El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el líder libio, Muammar Gaddafi, inauguraron el lunes aquí una "nueva era" de las relaciones bilaterales, basada en la promoción de la cooperación estratégica en todos los sectores.
Conmemorando el segundo aniversario del Tratado de Amistad Italia-Libia en la mayor base militar de Roma, los dos dirigentes lanzaron conjuntamente una "asociación estratégica" entre los dos países.
En la ceremonia, Berlusconi dijo que el acuerdo firmado en 2008 representa un punto decisivo en las relaciones bilaterales, "un momento histórico que pavimenta el camino para una nueva vida, curando de una vez por todas las heridas del colonialismo".
El tratado fue el resultado de 40 años de arduas negociaciones diplomáticas entre Italia y Libia. Puso fin, oficialmente, a la larga disputa colonial ofreciendo una compensación material a Libia y creando una asociación económica y de control migratorio estratégica. El año pasado, Berlusconi se disculpó formalmente por todos los crímenes cometidos en Libia durante la colonización italiana.
Refiriéndose al éxito del tratado, el primer ministro italiano señaló que más de 21 empresas italianas están pujando por un proyecto gubernamental para construir una "autopista en el desierto" que cruce Libia, como parte de la compensación acordada para el pueblo libio.
Entre otros resultados concretos del tratado, recordó Berlusconi, están un programa de intercambio académico que ha permitido que 100 jóvenes estudiantes libios hayan viajado a Perugia, en Italia, el lanzamiento de un centro universitario italo-libio, una red de museos a lo largo del Mediterráneo, una organización social conjunta para la promoción del deporte, una página web institucional italo-libia y una serie de cursos profesionales para diplomáticos libios, organizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia.
En su discurso de 40 minutos, Gaddafi dijo que "muchos gobiernos italianos han trabajado para alcanzar este tratado, pero sólo Berlusconi lo ha concretado al reconocer los errores de su país en el pasado".
Asimismo, el dirigente libio pidió más ayuda de la Unión Europea (UE) para financiar la lucha contra la inmigración ilegal y manifestó su deseo de que Italia pueda convertirse en un "puente" entre Libia y Europa. Fin