El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, llegó el domingo a la capital paquistaní de Islamabad para ver con sus propios ojos la devastación causada por las inundaciones en varias partes del país y demostrar el apoyo de la ONU y la comunidad internacional al pueblo y al gobierno de Pakistán, anunció un portavoz de la ONU.
Ban Ki-moon visitará las zonas afectadas por las inundaciones y hablará sobre los esfuerzos de rescate con los dirigentes del país, según fuentes paquistaníes y de la ONU.
Los ministros paquistaníes de Asuntos Exteriores y del Interior, Shah Mehmood Qureshi y Rehman Malik respectivamente, recibieron al secretario general de la ONU en el aeropuerto de la base militar de Chaklala, próxima a Islamabad. Ban viajó acompañado del representante de Pakistán ante la ONU, Hussain Haroon.
La visita del secretario general de la ONU tiene lugar días después de que la organización solicitase 460 millones de dólares USA para ayudar a Pakistán a afrontar las necesidades de las familias afectadas por las inundaciones.
Elisabeth Byrs, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, siglas en inglés), dijo que ya se había recibido el 20 por ciento de la suma solicitada.
Los fondos, solicitados bajo el plan de respuesta ante situaciones de emergencia presentado el miércoles en Nueva York, cubrirán las prioridades inmediatas, tales como suministro de alimentos y agua potable, tiendas y otros artículos de cobijo y no alimentarios, así como medicamentos para los afectados por las inundaciones, iniciadas a finales del mes pasado a causa de las intensas lluvias monzónicas.
El primer ministro paquistaní, Gilani, dijo el sábado en un discurso televisado que las peores inundaciones de la historia de Pakistán habían dejado 1.384 muertos y 1.630 heridos, así como más de 700.000 viviendas dañadas, según estimaciones iniciales. Gilani añadió que el desastre natural había afectado a unos 20 millones de personas.
La OCHA, por su parte, indicó que las inundaciones han destruido viviendas, granjas y grandes infraestructuras en buena parte del país, principalmente en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa.
Mengesha Kebede, representante del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Pakistán, dijo que el país se enfrenta a una crisis de enormes magnitudes y advirtió que ésta no terminará cuando cesen las inundaciones.
"Consideramos que aparecerán muchos más campamentos de comunidades y refugiados, casas destruidas o gravemente dañadas, y que las mujeres y los niños serán los más expuestos al hambre y las enfermedades ante esta situación", señaló Mengesha.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha apuntado que una de las principales preocupaciones es el aumento de personas que necesitan atención médica por enfermedades trasmitidas por el agua. Fin