La cultura teotihuacana tenía vínculos con la zona maya y otras culturas, como lo demuestran las evidencias encontradas en el túnel del Templo de Quetzalcóatl, "la Serpiente Emplumada", dijo hoy Sergio Gómez, investigador a cargo del "Proyecto Tlalocan", en el central estado de México.
El arqueólogo dijo que en las excavaciones en San Juan Teotihuacan, a unos 45 kilómetros de la ciudad de México, han hallado fragmentos de cerámica procedentes de la región maya, en el sureste mexicano, y de otros sitios como Oaxaca (sur) y Michoacán (oeste).
"Las pirámides de Teotihuacan son un misterio para los historiadores, pues se sabe poco de sus gobernantes, de su época de esplendor y hacia dónde se trasladaron cuando esa sociedad entró en decadencia", comentó este sábado a Xinhua Gómez.
La exploración del túnel teotihuacano está a unas seis semanas de terminarse, dijo el investigador, quien cree que a principios de septiembre podrán caminar en un sitio que no ha vuelto a ser pisado por humanos en 1.800 años.
"Tenemos una oportunidad inigualable para poder entender no solamente las actividades rituales en esta pirámide, sino las que se hacían en el túnel de la pirámide del Sol", dijo Gómez aludiendo a la mayor pirámide teotihuacana.
A comienzos de la década de 1970, se descubrió un túnel en la pirámide del Sol, pero "al parecer ya había entrado alguien y mucha información se perdió. De hecho, cuando se hizo la exploración del túnel, no se hizo con el cuidado que ahora estamos llevando".
Gómez se refirió a la utilización de un georradar que arqueólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México, bajo la tutela de Víctor Manuel Velasco, del Instituto de Geofísica, han logrado saber de la longitud del túnel y de al menos tres cámaras.
Otro aparato usado es un escáner láser, un dispositivo de gran resolución que facilitó la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que registra de manera tridimensional los hallazgos arqueológicos.
El investigador apuntó que hay la posibilidad de que el túnel que se ubica debajo del Templo de Quetzalcóatl fue de las primeras edificaciones, realizada hacia el año 100 antes de Cristo, antes de que se construyera La Ciudadela.
Con respecto a qué esperan encontrar en las cámaras, el arqueólogo señaló que cabe la posibilidad de encontrar cenizas "porque la incineración era un rituial destinado muchas veces de gente de mayor estrato social", dijo.
"Pero esperamos encontrar los restos completos, aunque si encontramos cenizas, pues erá suficiente para llevar a cabo análisis y tratar de ver qué tipo de personas hubieran sido enterradas, si es que están allá adentro", advirtió.
El arquólogo descartó que en ese túnel del Proyecto Tlalocan (camino bajo la tierra) haya habido saqueos, ya que es la excavación más profunda que se haya hecho en el sitio prehispánico hasta ahora, de poco más de 12 metros.
Gómez explicó que, durante el proceso de construcción de La Ciudadela sagrada, los teotihuacanos tenían sus drenajes, pero en algún momento, una vez que fue terminada, éstos se taparon.
"La Ciudadela se inundaba, no como una alberca, sino para formar precisamente un espejo que representaba el mar primordial del cual emergía la montaña primigenia que es la que representa el templo de la Serpiente Emplumada", explicó.
"Tenemos evidencias de que la mantenían inundada para formar el espejo de agua", añadió.
"No existen evidencias de conexión del sistema de drenaje con el túnel. "Estamos investigando el drenaje. De hecho, lo hemos habilitado y nos ha servido mucho para frenar el deterioro que sufren todos los edificios del complejo de La Ciudadela", dijo.
Indicó que han trabajado para su conservación y con ello detenido el deterioro, al desalojar millones de metros cúbicos de agua que cada año recibe este sitio, pues eliminan la fuente principal del deterioro que es la humedad.
El grupo de arqueólogos y personal de la excavación suma unas 30 personas, que han logrado remover 200 toneladas de tierra y rescatar más de 60.000 piezas de cerámica, jade, obsidiana, puntas de flecha, collares, vasijas de diversas clases de materiales, pero lo más importante está por venir. Fin