El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, transmitió este martes sus más sinceras solidaridad y condolencias al gobierno y al pueblo de China por la pérdida de vidas humanas y la devastación causadas por un gran alud de lodo en el noroeste del país.

En su reunión mensual con los representantes de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, Ban transmitió sus más sinceras condolencias a las familias de quienes han muerto o han resultado heridos, y a las que han perdido sus viviendas y pertenencias a causa de un alud de lodo provocado por las intensas lluvias en el condado de Zhouqu, en la provincia de Gansu.

El domingo por la mañana, tras las lluvias torrenciales registradas durante la madrugada, una devastadora avalancha de lodo arrasó el condado de Zhouqu, destruyendo edificios y sepultando viviendas.

La cifra de muertos se eleva a 702 personas, y otras 1.042 permanecen desaparecidas, según informó este martes el Ministerio de Asuntos Civiles de China.

Después de la tragedia, indicó Ban, el gobierno chino dio prioridad a la vida y la seguridad de las personas, y ha hecho tremendos esfuerzos para evacuar a los afectados, llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate y responder a las necesidades que están surgiendo.

Asimismo, el secretario general reafirmó el compromiso de la ONU para ofrecerle a China la ayuda que necesite en sus esfuerzos de rescate.

El representante permanente de China ante la ONU, Li Baodong, le explicó a Ban y a otros diplomáticos de los países miembros del Consejo de Seguridad cómo está la situación actualmente en las zonas afectadas por el desastre, así como los esfuerzos de rescate llevados a cabo por el gobierno y el pueblo chinos.

En esa reunión mensual, los representantes de Rusia y otros países miembros del Consejo de Seguridad también transmitieron sus condolencias al gobierno chino por las consecuencias de la devastadora avalancha de lodo, al tiempo que elogiaron la rapidez y la eficiencia de los esfuerzos de rescate efectuados por las autoridades chinas. Fin