La producción industrial de acero en Brasil alcanzó un volumen de 16,38 millones de toneladas durante el primer semestre del año, con un aumento de 2,8 por ciento sobre la del semestre anterior, anunció hoy el Instituto Acero Brasil.

En comparación con el primer semestre del 2009, cuando el país aún sufría los efectos de la crisis inernacional, el aumento fue del 55 por ciento. En ese periodo del año pasado, la producción fue de 10,565 millones de toneladas, mientras en el segundo semestre llegó a 15,941 millones.

Las ventas de acero al mercado nacional alcanzaron un total de 10,820 millones de toneladas, con crecimientos de 56,6 por ciento sobre el primer semestre de 2009 y de 14,7 por ciento en relación al segundo semestre de aquel año.

En el primer semestre del año pasado el volumen de las ventas internas había sido de 6,911 millones de toneladas, mientras en el segundo semestre subió a 9,434 millones de toneladas.

Las ventas de acero al exterior, en el primer semestre de 2010, llegaron a 4,251 millones de toneladas, con crecimiento de 25,4 por ciento sobre los 3,391 millones exportados en el mismo período del año anterior.

Con relación al trimestre anterior (el segundo de 2009), las exportaciones fueron 18,9 por ciento menores, ya que entre julio y diciembre del 2009 habían llegado a 5,242 millones de toneladas.

Las importaciones brasileñas de acero aumentaron 148,4 por ciento el primer semestre del año, con relación a las del mismo periodo del 2009. El primer semestre del 2009 habían sido de 1,1 millones de toneladas, contra 2,732 millones este año.

En comparación con el segundo trimestre del año pasado, cuando se habían importado 1,23 millones de toneladas, el aumento fue de 121,8 por ciento.

La suma de las importaciones con las ventas nacionales de la siderurgia brasileña, el llamado consumo aparente de acero, llegó a 13,348 millones de toneladas en el primer semestre de este año.

Esa cifra representa un aumento de 68,6 por ciento respecto del mismo periodo de 2009, y de 25,3 por ciento frente al segundo semestre del año pasado, cuyos consumos aparentes habían sido de 7,919 millones y 10,657 millones de toneladas, respectivamente. Fin