La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua se encuentra paralizada por la crisis política surgida en su seno, luego que magistrados liberales se negaron a asistir hoy a la tercera cita convocada para integrar la Corte Plena con el fin de reorganizar este poder del Estado.

La magistrada Ligia Molina, de vertiente sandinista, admitió este lunes en declaraciones a una televisora local que las distintas Salas Judiciales se encuentran paralizadas, debido al boicot de los magistrados liberales.

Ocho magistrados liberales se niegan a conformar la Corte Plena, la última de las cuales fue convocada el jueves pasado por la presidenta interina Alba Luz Ramos.

Los magistrados liberales no reconocen la Corte Penal como tal y tampoco reconocen a dos magistrados sandinista, cuyo período para el cual fueron electos ya concluyó.

Los magistrados sandinistas permanecen en sus cargos amparados en un decreto del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, el cual prolongó el período de permanencia en los mismos, sin embargo los liberalesconsideran ilegal esta medida, pues aseguran que esa es una atribución exclusiva del poder Legislativo.

El vocero del poder Judicial, Roberto Larios, dijo que los magistrados sandinistas se reúnen con la finalidad de estar al tanto de los asuntos administrativos de la Corte, de la elaboración presupuestaria y de los gastos administrativos.

La crisis política que enfrentan los poderes del Estado de Nicaragua surgió tras la decisión de diputados opositores de elegir nuevos magistrados en el Consejo Supremo Electoral y en la Corte Suprema de Justicia, a la cual se opuso el poder Ejecutivo, que se niega a la remoción de estos funcionarios.

La oposición acusó al presidente nicaragüense por pretender mantener a los magistrados de esos poderes del Estado, debido a que son piezas claves para garantizar un eventual fraude en las elecciones de noviembre de 2011, en las cuales Ortega busca ser reelecto. Fin