Europa ahoga sus penas con xenofobia

Las elecciones generales holandesas han dibujado un mapa político poco claro. Quizá lo único obvio es el ascenso de la ultraderecha islamófoba liderada por Geer Wilders, que se convierte en clave para decidir la composición del próximo gobierno holandés. ¿Camina Europa desvergonzadamente hacia la...

BEIJING, 12 jun (SPANISH.CHINA.ORG.CN) – “Más seguridad, menos inmigrantes, menos islamismo”. Fue la consigna de Geer Wilders, candidato del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), en la noche electoral holandesa, tras conocerse que su partido, que culpa abiertamente a la inmigración y el Islam de todos los males de Holanda, había obtenido 24 escaños en el parlamento neerlandés, conviriténdose en la tercera fuerza política del país europeo y en clave para la gobernabilidad.

El partido que se llevó más escaños, 31 (20,4 por ciento de los votos), fue el Liberal, liderado por Mark Rutte, sólo uno por delante de los socialdemócratas de Job Cohen (19,6 por ciento de los sufragios). El partido del hasta ahora primer ministro Balkenende, el Democristiano, perdió 20 escaños.

Así pues, el panorama pinta un gobierno frágil, sin una mayoría clara y, sobre todo, dependiente de una tercera fuerza política con intenciones ciertamente inquietantes. No obstante, el partido de Wilders ha preferido siempre no entrar a formar gobierno, pero su ascenso fulgurante en estas elecciones vuelve esa hipótesis más posible que nunca.

Wilders y su discurso basado en los ‘valores judeocristianos’ ganó cierta notoriedad cuando le fue prohibida la entrada en el Reino Unido, acusado de incitar al odio con su película ‘Fitna’, en la que describe la situación del Islam en Holanda de forma encendidamente crítica.

Desde hace varios años, la ultraderecha ha experimentado un ascenso destacado en Holanda. Aún se recuerda al popular líder Pim Fortuyn, asesinado poco antes de las elecciones del año 2002, y cuya trágica muerte dio tintes de ‘martirio’ a un movimiento hasta entonces residual.

A ello se une el debate sobre el Islam en Europa, o el Islam europeo. Hace algunos meses un ministro francés lanzó una campaña para encontrar una definición de ‘lo francés’. El debate público tuvo que ser cortado en pleno desarrollo cuando las discusiones comenzaron a derivar hacia la cuestión de la inmigración y el Islam en Europa.

Otro hecho que causó polémica fue el referéndum celebrado en Suiza sobre la prohibición de la construcción de minaretes, supuestamente por ‘razones estéticas’. Los resultados mayoritariamente favorables a tal medida abrieron la brecha de un problema que sangra de forma cada vez más insistente en Europa.

Y otro de los casos más recientes es el de Thilo Sarrazin, de 65 años de edad, senador y directivo del Bundesbank, que suele lanzar afirmaciones como que “la inmigración atonta a los alemanes” o “los turcos conquistan Alemania con sus tasas de natalidad muy altas”.

La situación de crisis que se extiende por Europa es un buen caldo de cultivo para que calen los prejuicios y las explicaciones facilonas sobre las causas de la crisis y el desempleo rampante. La inmigración está en la primera fila de tales acusaciones y a esas razones estrictamente económicas se une la crisis de identidad europea, que busca reafirmarse en un mundo en el que va perdiendo progresivamente su lugar.

Palabras clave : xenofobia-Europa-pena

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