El número de suicidios registrados en las prisiones portuguesas este año se ha duplicado en comparación con el año pasado, según los datos de la Dirección General de los Servicios de Prisiones (DGSP), dados a conocer hoy.

Desde enero de este año, se han registrado 16 suicidios en cárceles lusas, mientras que el total de 2008 fue de siete.

Donde más reclusos se han quitado la vida ha sido en la Prisión de Custoias, de la localidad de Oporto, al norte del país. Se trata de la segunda mayor cárcel del país, con 800 presos.

En esa cárcel, la DGSP está por desarrollar un programa de "prevención de suicidios" con una "estrategia local de intervención".

Este programa consiste en el trabajo de un equipo de observación permanente y en el rastreo sistemático de los casos más vulnerables, así como la formación a los grupos profesionales que trabajan en las prisiones para detectar señales de forma precoz, así como síntomas o factores de riesgo de comportamientos de este tipo.

En el programa de prevención también se incluyen las revisiones médicas a los reclusos que están medicados con antidepresivos o con patologías asociables a la idea de suicidio.

La DGSP apuesta cada vez más a la prevención de suicidios en las cárceles a través de la formación de los guardias, para evitar las situaciones de riesgo.

Sin embargo, el presidente del Sindicato Nacional del Cuerpo de la Guarda de Prisiones, Jorge Alves, lamentó que este programa solo se haya creado en la cárcel de Custóias después de que se suicidaran siete presos.

Para Alves, este aumento del número de suicidios entre reclusos se debe al aumento significativo de la inseguridad en las cárceles.

"Las sanciones que se aplican a los recursos que agreden o atacan la integridad física de otros presos son muy leves y provocan que los agredidos tengan miedo a que la situación se repita", dijo el sindicalista, que relacionó la existencia de drogas con este tipo de comportamientos.

Alves explicó que hay reclusos que consumen que no tienen dinero para comprar la droga, por lo que la deben. "Si no pagan son agredidos y las familias amenazadas". Y añadió que a veces, para no poner en peligro a los familiares, se quitan la vida.

Por su parte, la Asociación contra la Exclusión y por el Desarrollo, de apoyo a los presos, afirmó que el aumento de los suicidios puede estar relacionado con el ambiente que se vive en las cárceles.

Defendió que en vez de un régimen de represión, debería existir una apuesta en las políticas de regímenes abiertos, y recordó que durante el último año ha aumentado el número de quejas de familiares de reclusos por agresiones, castigos y malos tratos por parte de los funcionarios de prisiones. Fin