Un niño de cinco años murió por disparos del ejército colombiano que irrumpió en una vivienda en el departamento de Valle de Cauca (suroeste), pese a los ruegos de la madre que notificó sobre la presencia del menor de edad.

La progenitora del niño, Alba Gutiérrez, denunció hoy que los uniformados irrumpieron el míercoles en su vivienda de la vereda La Pradera, en busca de rebeldes que la noche del martes anterior obligaron a su familia a alojarlos bajo amenaza de matarlos en caso de rehusarse.

"El ejército entró pateando puertas, buscando guerrilleros y mi marido se salió de la casa para que no lo mataran y no tuvieron compasión, empezaron a disparar a pesar que yo les dije y les rogué que no lo hicieran, que adentro estaba mi hijo", dijo la campesina en medio del llanto.

Las tropas colombianas libran una campaña militar contra los grupos armados que transitan las regiones, una lucha que deja en medio a la población campesina, indígena y afrocolombiana que habita las áreas rurales.

"Uno no puede hacer nada más que hacer los que ellos (los armados) dicen porque o si no lo matan a uno", señaló Gutiérrez al explicar la presencia de rebeldes en su casa la noche del martes.

La tía del menor, Paola Gutiérrez, exigió que la muerte no quede impune y sea investigada toda vez que los militares fueron advertidos sobre la presencia de civiles en la vivienda, sin conocer los motivos por los cuales los campesinos acogieron a los guerrilleros.

"Pido que se haga justicia. La muerte de este niño no puede quedar así", dijo la tía de la víctima.

Los jefes de la Tercera Brigada del Ejército que opera en la zona negaron la responsabilidad de los uniformados en el fallecimiento, al afirmar que buscaban al rebelde "Pablo Catatumbo", uno de los cabecillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Fin