El secretario general de las
Naciones Unidas, Kofi Annan, y el secretario de Estados de Estados
Unidos, Colin Powell, se reunieron aquí el viernes para coordinar
los esfuerzos de ayuda a los países asiáticos asolados por el
maremoto puesto que la ayuda prometida por los gobiernos del mundo
llegó a cerca de mil 2 millones de dólares.
Al hablar ante los periodistas tras
su reunión, ambos dirigentes advirtieron que el mayor desafío es
superar los constreñimiento logísticos para distribuir la ayuda y
los suministros de rescate a las áreas más afectadas.
Mientras "hacemos todo lo posible
por el momento" para aumentar los fondos, dijo Annan, permanecen
cuellos de botella en la distribución de la ayuda, especialmente en
la provincia indonesia de Aceh, que está más cerca al epicentro del
terremoto submarino que provocó el maremoto y dejó más muertos.
Annan indicó que había discutido con
Powell sobre cómo mejorar las agencias humanitarias de la ONU, los
estados miembros de la ONU y las organizaciones no gubernamentales
sus esfuerzos de ayuda para que la mayoría de las ayudas lleguen a
máximo número de personas lo más rápido y más eficaz posible.
"Necesitamos mayor apoyo logístico
-- aviones, helicópteros y controladores aéreos -- para ayudarnos a
trasladar los productos y artículos cuanto antes para que no
tengamos cuellos de botellas", declaró.
El subsecretario general de Asuntos
Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, indicó a los reporteros que la
asistencia internacional en promesa se sitúa entre mil 100 millones
y mil 200 millones de dólares después de que el gobierno
estadounidense incrementara su aportación hasta 350 millones de
dólares, diez veces de la oferta anterior.
"Ahora estamos recibiendo nuevas
promesas cada hora", afirmó y agregó que "Nunca había visto tal
cantidad de asistencia internacional en ningún desastre
natural".
Sin embargo, advirtió que el número
de víctimas del tsunami, que ha susperado los 125 mil, podría
elevarse finalmente a los 150 mil.
"No podremos lograr nunca más la
cifra absolutamente definida, porque hay muchos pescadores y
aldeanos anóminos que han muerto en el siniestro, y no tenemos la
posibilidad alguna de hacer la cuenta de ellos", apuntó.
Egeland enfatizó que las pobres
infraestructuras dificultan la entrega de los materiales de
auxilio, particularmente en Indonesia, Sri Lanka y Maldivas. En
Aceh, por ejemplo, numerosas carreterras han sido cortadas, y
muchas pistas de aterrizaje han sido seriamente destruidas y están
fuera de funcionamiento.
En el mensaje por video divulgado el
viernes, Annan reiteró su llamamiento a la comunidad internacional
a cumplir sus compromisos de ayudar a los países devastados por el
maremoto a largo plazo.
"Es de crucial importancia mantener
nuestra respuesta a largo plazo, porque los efectos negativos de
esta tragedia durarán por un período muy largo", recalcó.
(03/01/2005,Xinhua)
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