Presidente chileno Lagos cancela cena oficial con Bush

El gobierno chileno canceló las 250 invitaciones para una cena oficial que iba a ofrecer hoy el presidente Ricardo Lagos a su homólogo estadounidense George W. Bush en el marco de la visita de Estado que inicia Bush una vez concluido el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se realiza en Santiago.

Fuentes gubernamentales dijeron a la radio local que en lugar de una cena oficial, Lagos y Bush tendrán una cena de trabajo en el Palacio de La Moneda, junto a sus más cercanos colaboradores, que en total serán 20 personas.

La cancelación de las invitaciones a autoridades del gobierno chileno, parlamentarios y representantes diplomáticos obedece a desacuerdos entre los responsables de la seguridad de Bush y sus colegas chilenos.

Según el diario local "La Tercera", todo estaba listo para que los máximos representantes de los tres poderes del Estado, representantes de las Fuerzas Armadas y empresarios de alto nivel se sentaran a las mesas apostadas en el Patio de los Naranjos de La Moneda con el mismo formato que se utilizó a fines de esta semana para las visitas oficiales de los presidentes de China, Hu Jintao, y de Rusia, Vladimir Putin.

Pero los planes cambiaron abruptamente a primera hora del sábado, y un pequeño grupo de los 250 invitados comenzó a ser contactado por personeros de Protocolo de la Cancillería para informarles que el evento estaba cancelado.

El encuentro será sustituido por una cena de trabajo de sólo 20 personas, que se efectuará después de la conferencia de prensa conjunta que darán ambos mandatarios cerca de las 20 horas en el Patio de las Camelias de La Moneda.

Poco antes, Lagos y Bush sostendrán una reunión bilateral de 40 minutos en el Salón de Audiencias de La Moneda, mientras las delegaciones mantendrán un encuentro paralelo.

Fuentes de La Moneda y de la Cancillería chilena señalaron que el factor que provocó la abrupta cancelación de la cena fue el rechazo de Lagos al modelo de seguridad que quiso imponer Estados Unidos, que exigió hasta último minuto que los invitados al evento fueran revisados con detectores de metal norteamericanos antes de ingresar a Palacio.

Los mismos personeros dijeron que el mandatario se molestó cuando supo de tales exigencias, pues se trataba de un asunto de "mal gusto" e incluso de "soberanía". "Yo sé a quien invito", habría comentado Lagos en tono seco y cortante en su círculo durante las últimas horas.

En el gobierno señalaron, sin embargo, que los equipos de ambos mandatarios cancelaron a última hora el evento porque prefirieron aprovechar al máximo el tiempo y repetir el mismo formato utilizado en la cumbre Lagos-Bush efectuada en el comedor Old Family de la Casa Blanca el 19 de julio pasado, con un almuerzo de trabajo entre las delegaciones de ambos países.

Esa razón, agregaron, coincidió además con que el presidente Lagos no aceptó las condiciones impuestas por el servicio de seguridad de Bush, que el sábado sostuvo un altercado con los elementos chilenos cuando ingresó el mandatario estadounidense a la cena de gala de la Estación Mapocho.

Los problemas se iniciaron cuando la numerosa escolta de George W. Bush intentó ingresar al recinto para proteger a su presidente.

Sin embargo, fue evidente que no estaba considerado su ingreso por la puerta principal, porque los agentes chilenos procedieron a bloquearles el acceso.

Lo irónico de la escena fue que mientras Lagos y Bush sonreían para la fotografía oficial en el "hall" principal, las cámaras de televisión mostraban al mundo la pugna entre siete agentes estadounidenses con la guardia chilena.

Fue en ese instante que el mandatario estadounidense se dio cuenta de que estaba solo, y rompiendo el protocolo, se dirigió a la puerta y abandonó la compañía del presidente Lagos, quien se veía notoriamente descompuesto por el bochorno.

La tensión era tal que la seguridad chilena no se inmutó cuando Bush comenzó a intentar rescatar a por lo menos uno de sus escoltas para que lo acompañara a la comida.

El presidente "cowboy" logró su cometido, pero el resto de la seguridad tuvo que ingresar por la parte trasera del centro cultural, como se acordó previamente con todos los países.

(22/11/2004)

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