Con la presencia del monarca español, Juan Carlos I, y el viceprimer ministro chino, Hui Liangyu, la capital china acogió ayer a la II Cumbre Empresarial Hispano-China.

En torno a 300 empresarios españoles y 400 chinos provenientes de los sectores financiero, de telecomunicaciones, automovilístico y de energías renovables, entre otros, participaron en la cita con el objetivo de compartir experiencias y analizar las posibilidades de cooperación en los distintos sectores, así como la explotación conjunta del mercado latinoamericano y la llegada de inversión española a las provincias centrales y occidentales chinas.

"La presencia de una representación tan numerosa y selecta de empresarios españoles es la mejor prueba de la voluntad de España por dotar a nuestras relaciones económicas de la dimensión y profundidad que se merecen", indicó el jefe de Estado español, quien también puso de manifiesto su satisfacción por "la amplia y distinguida respuesta que la convocatoria de esta reunión ha suscitado entre las empresas y los empresarios chinos".

De acuerdo con Pedro Mejía, secretario de Estado de Turismo y Comercio de España, la importancia que presta España a China se debe a su "plena inserción en la economía internacional y su emergencia como potencia económica", por lo que la apuesta española supone "un esfuerzo que responde a la presencia creciente de la economía española en los mercados internacionales".

En este sentido, Mejía destacó el importante papel desempeñado por las empresas españolas en sectores como la energía eólica y fotovoltaica, la gestión del agua, las finanzas, la biotecnología, las infraestructuras de transporte, las telecomunicaciones y el control del tráfico aéreo.

Por su parte, Hui Liangyu planteó una serie de sugerencias para fortalecer el crecimiento de la cooperación económica y comercial entre ambos países, como la mejora del mecanismo de diálogo en materia económica y comercial y el impulso de la cooperación entre empresas españolas y chinas de todos los tamaños, además del apoyo a la exploración conjunta de compañías de ambos países en terceros mercados.

Asimismo, el monarca español destacó que las relaciones económicas y comerciales entre España y China registraron una cifra significativa gracias a un considerable aumento en el número de empresas que desarrollan actividades en ambos países, si bien las dos naciones deben ser "más ambiciosas" y explorar nuevos ámbitos de cooperación.

En 2006 el volumen de comercio bilateral entre China y España aumentó un 37,7% hasta alcanzar los 14.492 millones de dólares USA, de los cuales, 11.489 millones de dólares correspondieron a las exportaciones chinas, según los datos del Ministerio de Comercio chino.

"La intensificación de nuestras relaciones económicas y el reequilibrio, al menos parcial, de las mismas es una tarea que nos incumbe a todos", a lo que el encuentro empresarial puede contribuir, para que estas relaciones "reflejen las realidades económicas actuales de España y de China y su relación estratégica integral", señaló Mejía.

En este mismo sentido se expresó el viceprimer ministro chino, quien puso de manifiesto el deseo de lograr equilibrar la balanza comercial entre ambos países, a través del crecimiento de las importaciones de productos de calidad españoles y la exploración del mercado chino por parte de las empresas españolas, que cuentan con el apoyo del Plan Integral para China lanzado en 2005 por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España.

El encuentro celebrado ayer es la segunda edición de la cumbre empresarial, la cual fue lanzada en 2005 en Madrid, coincidiendo con la visita del presidente chino Hu Jintao, y ha sido organizado por el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT), la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el Foro España-China.

(28/06/2007, spanish.china.org.cn-Agencia de Xinhua)