El papel más "destacado" es el de Gong Li, quien ejerce de emperatriz, cuyos pechos están tan fuertemente apretados que parece que vayan a saltar del traje, pero incluso las concubinas y sirvientas de la cinta visten tan sugerentes atuendos.

Numerosos críticos e internautas han subrayado que la vestimenta de Gong enfatiza excesivamente dos de sus atributos, pero desvía la atención de la lucha de poder en la China imperial, eje narrativo de la obra.

Internet, como era de esperar, ya ha mostrado la vena más satírica del público chino. En la Red ya es posible disfrutar de una parodia en la que Zhang Yimou ejerce de director en una escuela de crecimiento de senos.

Gong ha salido al paso de las críticas que señalan una exposición gratuita de atributos femeninos argumentando que el diseño del vestuario sigue fielmente la moda durante el dominio de la dinastía Tang, en el que se ambienta la película.

"El vestuario muestra la belleza de las curvas femeninas. No tuvimos en ningún momento una sensación embarazosa o de peligro al portarlo."