SANTIAGO, 25 ene (Xinhua) -- La propuesta de Brasil y Argentina sobre una moneda común sudamericana requiere una madurez político-social enorme y la región está lejos de estar preparada para una integración de esa naturaleza, afirmó el director de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso de Chile, Lisardo Gómez.

"En América del Sur tenemos conflictos no superados por siglos, luego no tenemos ni la madurez ni el espíritu de unificación, no han sido exitosos mecanismos de integración económica, menos serían en términos monetarios", afirmó a Xinhua el experto chileno.

Para Gómez, una verdadera unión económica y monetaria sí beneficiaría a la región, pero en la región "no existe la voluntad política" para lograrla, "o bien siempre estaría liderada por las economías más desarrolladas, a nivel de toda América, Estados Unidos y a nivel sudamericano, Brasil, más bien por su tamaño".

"O grandes divisiones, incluso al interior de las naciones, coartadas por el poder y sin los intereses puestos en el desarrollo y progresos de los pueblos. Obviamente no estamos preparados para una integración de esa envergadura, necesitando un banco central y políticas monetarias comunes y políticas fiscales en la dirección adecuada", complementó.

Según Gómez, que la mayoría de los mandatarios de la región en la actualidad sean de las izquierdas políticas no asegura "absolutamente nada" para establecer una moneda común.

"Antes que eso hay que mejorar la educación, generar procesos para terminar con la ignorancia y preparar a la gente para la verdadera convivencia común y rehacer las relaciones humanas basadas en lo ético y terminar con el divisionismo político que, como ya dije, está absolutamente coartado por el poder", dijo.

El experto subrayó que Chile debe tener una postura crítica, en función de que "hay muchas cosas por mejorar en nuestra nación, así como en todas".

"Es una medida que exige una madurez político-social enorme como una capacidad técnica para sostener las medidas que apunten al interés común y tener economías similares en tamaño, capacidad, industrialización, infraestructura. Creo que aún estamos lejos de estar preparados para una integración de esa naturaleza", agregó.

"En función de la crisis, es a mi juicio una medida particular, ya que debido a las diferentes estructuras económicas de nuestras naciones y un escenario de mucha incertidumbre y, por lo mismo, riesgo, podría tener resultados más negativos que positivos. La diferencia principal radica en la deuda externa de las naciones tanto en lo privado como fiscal. Para Chile sería una clara desventaja", remató Gómez.

A su juicio, los fundamentos para plantear una moneda común en la región se pueden encontrar en la unión económica y monetaria europea.

"Países de la esfera desarrollados con potentes sistemas de integración y superación de conflictos aunando esfuerzos han pasado por etapas bastante negativas, con naciones en 'default' (suspensión de pagos), y otros periodos más exitosos", indicó.

En este sentido, recordó, ha habido "salidas obligadas de la zona euro y salidas voluntarias de la unión" y hoy existe "incertidumbre en relación con la guerra en uno de sus 'costados'". Fin