BUENOS AIRES, 21 oct (Xinhua) -- La reciente medida del Gobierno de Argentina de congelar los precios de más de 1.400 productos por 90 días no constituye una política anti-inflacionaria pero permitirá que los empresarios recuperen de forma gradual las ganancias afectadas por la pandemia, sin afectar el camino de la recuperación económica, sostuvo el economista Sergio Chouza.

El profesor de economía en la Universidad de Buenos Aires apuntó que la realidad de alza de precios reflejada en una suba de la inflación del 3,5 por ciento en septiembre puede responder a un "desorden" en la forma cómo el sector empresarial y distribuidor recompone sus pérdidas luego de la fuerte caída del 9,9 por ciento en la actividad durante el 2020.

"Si se apuesta por recuperar lo perdido de manera inmediata, es posible que se termine atosigando el proceso de recuperación. Esta recomposición de márgenes tiene que hacerse de forma ordenada y para esto es fundamental el rol de la política pública", explicó Chouza en entrevista con Xinhua.

El también investigador en la Universidad Nacional de Avellaneda aseguró que la coordinación entre el Gobierno y el sector privado es "esencial" y a su vez "el gran factor que evitaría que este proceso de recomposición se genere de forma desordenada y caótica".

La medida anunciada por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, y aplicada vía resolución administrativa publicada en el Boletín Oficial el pasado miércoles establece el congelamiento de precios de un total de 1.432 productos de almacén, higiene y cuidado personal hasta el próximo 7 de octubre.

En versión de Chouza, se trata de una política de "complemento", considerando que la inflación en Argentina "es multicausal" y, en ese sentido, prevalece una necesidad de avanzar en el ordenamiento macroeconómico integral.

"Son programas que sirven en un contexto inflacionario moderado o alto, para ir recuperando precios relativos, referencias de precios. No es tanto un programa anti-inflacionario pero sí contribuye a recuperar el sistema de precios y a generar referencias estables, todo lo cual cuesta en un contexto inflacionario", precisó.

A esta idea, sumó la necesidad de que cada una de estas medidas, incluyendo las que se aplicaron durante el impacto más fuerte de la pandemia, sean consideradas en un momento específico con lo cual se puede garantizar resultados óptimos.

Además, Chouza indicó que el actual alza de precios en los productos básicos de consumo no se justifica por una razón de costos, considerando variables de la economía que, aún en medio de la recesión, se mantienen estables.

La decisión gubernamental se dio a conocer luego de que se difundieran datos oficiales de la evolución de precios de la canasta básica en Argentina, un indicador base en la medición de la pobreza en el país, y que reflejó un alza de casi 50 por ciento en los últimos 12 meses. Fin