LA HABANA, 4 oct (Xinhua) -- Cuba planea la ampliación de su oferta de turismo al mercado internacional urgida por reactivar una economía golpeada por la pandemia de COVID-19, y luego de una paralización casi completa del sector, segunda fuente de divisas al país.

El Ministerio del Turismo (Mintur) anunció en una nota la reapertura del afamado balneario de Varadero a partir del próximo día 15 de octubre, "para recibir turistas internacionales y operaciones aéreas que se soliciten para viajar a ese destino".

Varadero, el más importante polo de sol y playa de Cuba ubicado a unos 140 kilómetros al este de La Habana, tiene más de 50 instalaciones hoteleras con una capacidad superior a las 21.000 habitaciones, y dispone de cerca de 1.800 hectáreas de playa de fina arena blanca sobre una extensión de 20 kilómetros.

El Mintur ha previsto que el balneario, cerrado desde mayo, en el inicio de la reapertura ofrezca servicios en una zona limitada, donde hay hoteles de cuatro y cinco estrellas, y excursiones marítimas, de naturaleza y otras actividades.

Como medida sanitaria para impedir la transmisión de la enfermedad del nuevo coronavirus COVID-19 se estableció el pago de todos los servicios con tarjetas de crédito, para evitar la manipulación de dinero en efectivo.

De igual manera, un equipo médico se encargará de hacer frecuentes pesquisas sanitarias entre los vacacionistas en todos los hoteles de Varadero.

Está previsto, además, que los turistas viajen directo desde sus países de origen hasta un cercano aeropuerto internacional que, de acuerdo con el Mintur, se encuentra listo para reanudar todas las operaciones y están establecidos los protocolos de bioseguridad para recibir a los visitantes.

Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de la isla y a unos 860 kilómetros al este de La Habana, también avanza en la intención de ofrecer un turismo higiénico y seguro con la certificación de unas 40 instalaciones hoteleras.

La delegada del Mintur en esa provincia, Zoraida Galano, explicó a la prensa local que desarrollan "un proceso sistemático y riguroso" en cada uno de los centros, junto a la capacitación de los directivos y trabajadores en relación con las medidas sanitarias establecidas.

Galano subrayó que esas precauciones demandan la responsabilidad de quienes se desempeñan en las instalaciones y la comprensión de los clientes ante las necesarias restricciones que deben cumplirse frente al peligro que entraña la pandemia.

Santiago de Cuba tiene unas 120 instalaciones que deberán recibir esa aprobación de las autoridades sanitarias, lo que posibilitará un adecuado funcionamiento para el turismo.

El Mintur reabrió el 1 de julio pasado una parte de las instalaciones para los vacacionistas extranjeros, que están limitados a disfrutar de los cayos Coco, Santa María, Cruz, Guillermo y Largo.

Coco, Santa María, Cruz y Guillermo forman parte del archipiélago de Jardines del Rey, en el litoral norte del centro de la isla, mientras que Cayo Largo pertenece al Municipio Especial de la Isla de la Juventud, a un centenar de kilómetros al sur de La Habana.

Los viajes a esos paradisíacos islotes se realizan en vuelos charter de manera directa desde los países de origen de los turistas, por lo que los hoteles de esa zona abren sólo a partir de la demanda, marcada en especial por la llegada de los primeros vacacionistas de Canadá, el principal mercado turístico cubano.

El turismo es la segunda fuente de ingresos para la economía de la isla caribeña, sólo superada por le exportación de servicios médicos.

Cuba ocupa el segundo lugar, después de República Dominicana, entre los países que mayor número de turistas reciben anualmente en el Caribe.

El turismo recibió en 2019 a 4,2 millones de vacacionistas, una caída del 9 por ciento en relación con el año anterior, provocada en lo fundamental por las medidas restrictivas aplicadas por Estados Unidos contra la isla.

Para este 2020, las autoridades esperaban la llegada de 4,5 millones de turistas, previsión que resultó fallida por la aparición del nuevo coronavirus. Fin