LA HABANA, 9 ago (Xinhua) -- Golpeada por los efectos de la pandemia y del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, Cuba busca potenciar las exportaciones y al mismo tiempo incrementar la inversión extranjera en la isla, necesitada de mejorar sus arcas.

"Si queremos modernizar la industria y producir más de lo que importamos, tenemos que concretar más negocios", afirmó semanas atrás el primer ministro cubano Manuel Marrero en referencia a esas dos necesidades de la maltrecha economía isleña.

En cuanto a los negocios, el funcionario enfatizó la posibilidad de hacerlo con ayuda de inversión extranjera, lo que debe responder a una proyecto de oportunidades de rédito, incluyendo a los sectores más necesitados de capital, tecnología y mercado.

Presentada a fines del pasado año en la XXXVII Feria Internacional de La Habana, la "Cartera de Oportunidades de Cuba 2019-2020", contiene 460 proyectos con un monto de 11.725 millones de dólares en sectores estratégicos para el país, como turismo, petróleo, agroalimentario, industria y la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM).

Ese documento, sustentado por un cuerpo legal seguro y transparente, ofrece garantías a los inversores en cualquiera de las propuestas, diseñadas para abarcar todas las provincias de la isla.

El turismo es el sector de mayores proyectos, que se relacionan con la construcción de nuevos hoteles, la contribución a la formación de administración hotelera, un parque acuático, un club ecuestre, y la creación de zonas de pesca y de buceo respetando las áreas protegidas.

El sector de alimentos incluye proyectos vinculados con la producción de carne vacuna, porcina y avícola, así como de granos, cacao, café, frutas y hortalizas, y algunos con la acuicultura, entre otros.

"Estamos comprometidos con la búsqueda de nuevos negocios para Cuba", dijo el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

El funcionario enfatizó que la inversión extranjera debe tener un encadenamiento con la industria nacional para impulsar la sustitución de importaciones y desarrollar una industria propia que pueda, incluso, aumentar las exportaciones.

La aparición del nuevo coronavirus en Cuba, hace casi cinco meses, no detuvo los esfuerzos gubernamentales por atraer inversiones, aunque el escenario económico internacional sigue siendo muy complejo por efectos de la pandemia.

Por eso, esta semana se presentó la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), un instrumento auspiciado por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) con financiamiento de la Unión Europea que agrupa en un único sitio 210 normativas relacionadas con la actividad de comercio exterior, y reduce a la mitad los trámites necesarios para registrar negocios.

Su objetivo es agilizar los trámites de las importaciones y exportaciones, así como las inversiones en la isla, además de facilitar la gestión a empresarios nacionales y extranjeros que realizan operaciones de compra-venta internacional, de acuerdo con Malmierca.

El pasado año, Cuba atrajo más de 1.700 millones de dólares con cerca de 30 nuevos proyectos de inversión extranjera, según datos oficiales.

El gobierno sostiene que la nación necesita entre 2.000 y 2.500 millones de dólares anuales para compensar su economía. Fin