BUENOS AIRES, 19 jul (Xinhua) -- Empresas del sector gráfico de Argentina, uno de los más afectados por la crisis de la COVID-19, se han visto en la necesidad de reorientar su producción, en medio del estricto aislamiento que ha llevado a una caída estrepitosa de la demanda de publicidad e impresión en papel.

Es el caso de Prisma, una empresa de gráfica digital con más de 30 años de trayectoria en la ciudad de Buenos Aires, que ha debido reconvertir sus tradicionales productos de diseño e impresión de folletería, libros y cartelería en escala, para volcarse a la fabricación de piezas que promuevan el cuidado y la higiene frente a la pandemia.

"En estos últimos meses hemos tenido que reconvertir la línea de productos para todo lo que tiene que ver con 'productos Covid-19', desde círculos para pisos, líneas demarcatorias, barreras sanitarias, banners de pie y colgantes, cartelería y señalética, todo lo que se está usando en este momento para lo que tiene que ver con la protección ante el coronavirus", explicó Daniel Schteinschraber, titular de Prisma, en una entrevista con Xinhua.

La realidad de la pandemia "cambió por completo" el enfoque de este negocio, afirmó Schteinschraber, luego de enfrentarse a grandes riesgos de paralización de su empresa en medio de la cuarentena, y de eventuales daños en los plotters y otras máquinas de imprenta tras la abrupta merma de la demanda.

"Cuando estábamos en ese momento en el que no se podía producir, habíamos dejado los equipos para que hicieran una linea de impresión cada 12 o 24 horas, o veníamos a hacerlos imprimir al menos medio metro de material. Después cuando salió la autorización para líneas de producción, comenzamos a producir para sanatorios (hospitales), clínicas, fábricas, laboratorios, que son los que nos piden material", dijo.

Aunque se ha determinado que la propagación del virus es más efectiva en superficies lisas que en los materiales porosos como el papel, los trabajadores del rubro gráfico prevén que muchos de los productos como folletos y volantes publicitarios, tarjetas de presentación o portafolios impresos "entrarán en decadencia".

Los cambios de hábitos frente a la pandemia frenan actividades relacionadas al reparto de folletería publicitaria, a las exposiciones y eventos que demandaban contenidos gráficos, e incluso modifican la forma de presentación de las personas ante las empresas, explicó Schteinschraber.

El sector está además frente a nuevas tendencias en el consumo, continuó el titular, quien mencionó que se están produciendo calcomanías de "entrega de producto limpio", a la vez que se refuerzan las entregas que no impliquen ningún tipo de contacto.

"Hay una tendencia ahora que se llama el 'segumidor' que es el consumidor seguro, que es lo que va poder garantizar que lo que me está entregando un delivery (repartidor) está higienizado. Se están haciendo unas calcomanías que algunas empresas están consumiendo, las cuales se colocan en el envoltorio, garantizando que el producto que está adentro está higienizado", apuntó.

Asimismo, se están produciendo calcomanías para sellar las bolsas de productos que las personas han comenzado a elaborar desde sus hogares, y envoltorios para libros que se están imprimiendo en pequeñas cantidades.

Para Schteinschraber la pandemia ha golpeado enormemente al rubro gráfico nacional, pero hay un llamado a "reconvertirse" y reenfocar al sector con el objetivo de no desaparecer de la escena productiva. Fin