BUENOS AIRES, 17 jun (Xinhua) -- La desaceleración económica en medio de la pandemia, aunada a factores como la inflación y desconfianza en el ámbito financiero, agudizan las perspectivas de caída de la economía argentina para este año, que podrían no tener precedentes en la historia reciente de ese país, afirmó el economista Amilcar Collante.

"Probablemente la caída del Producto Interno Bruto (PIB) va a ser mayor que experimentó el país en el año 2002 cuando Argentina, en medio de una crisis muy importante, tuvo una caída de su economía del 10,9 por ciento. Estamos ante una magnitud histórica, que no tiene registro en Argentina, pero que tiene la particularidad de que no es un fenómeno local sino que es global", explicó Collante en entrevista con Xinhua.

El director del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur) aseguró que es difícil prever, en el actual contexto, un número que refleje la recesión en la tercera economía de América Latina, sobre todo si persisten las medidas de aislamiento obligatorio que han llevado a una paralización importante de las actividades de distintos sectores productivos.

Indicó que la gravedad de los números dentro del país es "heterogénea", ya que en distintas provincias, con excepción del Gran Buenos Aires, se reanudaron ciertas actividades.

No obstante, aseguró que es probable un rebote de la economía para el próximo año, para lo cual se deberá trabajar en condiciones ineludibles como la resolución de la deuda y la estabilización del tipo de cambio.

"Para que Argentina tenga un rebote importante debe tener como condición necesaria el arreglo de la deuda este año, más allá de los que pueda pasar con la pandemia, y por otro lado, debe estabilizar el tipo de cambio para así también poder estabilizar las expectativas", aseveró.

"Sin ese condimento, es muy difícil proyectar el rebote que tendrá la economía, porque, además, de eso (tipo de cambio) va a depender mucho cómo pueda evolucionar el salario frente a los precios (inflación) y ver cómo se puede reactivar el consumo", acotó el economista.

Para Collante, es probable un rebote económico que, en números, represente la mitad de la caída de este año. En esa línea enfatizó que la tradición inflacionaria del país podría ralentizar la recuperación económica.

"Argentina tiene una cuestión particular a diferencia de otros países de la región, que es que aún no ha logrado estabilizar la inflación. Hoy vemos que la suba de precios se está desacelerando pero es por consecuencia de la pandemia y la asistencia social, no por decisiones económicas que conduzcan a esta desaceleración", indicó.

El director de Cesur afirmó que "Argentina tracciona cuando tracciona el consumo", por lo que para que la economía pueda tener una marcha saludable en el mediano plazo será necesario que "el salario le gane a la inflación para que se motorice el consumo. Sin esa secuencia es muy probable que el rebote económico sea mucho más lento", dijo.

Para la estabilidad del tipo de cambio, que hoy refleja una brecha de más del 70 por ciento entre los valores actuales del dólar oficial y de la moneda estadounodense paralela, también se requerirá de un "shock de confianza" proveniente del acuerdo que logre el Gobierno con los acreedores privados en torno a una deuda por más de 66.000 millones de dólares, concluyó el economista. Fin