Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 18 may (Xinhua) -- Las compañías aéreas bolivianas buscan alternativas para mantener sus vuelos y sortear el impacto económico negativo provocado por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), tras reportar pérdidas que las dejaron sin liquidez y a punto del colapso.

El panorama actual por la cuarentena de la COVID-19 muestra aviones en tierra, fronteras cerradas y viajeros en casa que mantienen a la industria aérea nacional y mundial en medio de una turbulencia que todavía no tiene fin.

El gerente general de la estatal Boliviana de Aviación (BoA), Eduardo Scott Moreno, dijo a los periodistas que las restricciones de viajes dejaron con problemas de liquidez a la empresa, que tiene dificultades para el pago del alquiler de gran parte de su flota de aviones, de deudas y de salarios.

"Se debe pagar a proveedores, alquiler de turbinas y 18 naves un monto superior a los 5,3 millones de dólares mensuales", agregó.

La aerolínea redujo casi a cero el promedio de 700.000 dólares diarios que ingresaban a sus cuentas por venta de pasajes.

La estatal también tiene problemas para erogar 15 millones de bolivianos (unos 2,1 millones de dólares) que corresponden al presupuesto para el salario de un mes a sus trabajadores.

La empresa espera pagar sus obligaciones con un crédito de 24 millones de dólares del Fondo para la Revolución Industrial Productiva del gobierno nacional, para equipamiento y renovación de la flota de la aerolínea.

Sobre esta situación, el economista y ex funcionario del Banco Central de Bolivia, Luis Ballivián, dijo a Xinhua este lunes que es necesario trabajar en medidas urgentes que reactiven la economía de las aerolíneas con planes de corto y mediano plazo, al tomar en cuenta que la pandemia se mantendrá por varios meses.

Consideró que la suerte de tormenta comercial en la que se convirtió para las compañías aéreas la propagación de la COVID-19, ya causa estragos en las finanzas de los grupos que se verán obligados a tomar medidas drásticas para resistir las pérdidas y no venirse abajo.

"Se trata de un drama financiero de alto nivel que aqueja tanto a las grandes empresas como a las líneas de bajo costo, que debe ser considerado en el plan general del gobierno de reactivación de la economía", aseveró.

Según información de las empresas, BoA se encuentra en iliquidez y tiene compromisos económicos no resueltos, en tanto que Amaszonas y Ecojet bajaron su solvencia y reprograman sus deudas.

A nueve semanas y cinco días de que se registraron los primeros casos de la COVID-19 en el país, Bolivia totalizó hasta la noche del domingo sábado 4.088 casos, 169 muertos y 493 recuperados.

Desde el 10 de marzo Bolivia emitió restricciones parciales por la COVID-19 y una cuarentena desde el domingo 22 de marzo.

A partir del 11 de mayo se ingresó a una cuarentena "rígida y dinámica", y se prevé una flexibilización a partir del 25 de mayo.

Ante esta situación, el vicepresidente ejecutivo de Amaszonas, Luis Alejandro Vera, señaló a un medio local que el sector aeronáutico vive un difícil momento, y dijo que desarrollan planes de reducción y eficiencia de costos.

Además, trabajan en la optimización de ingresos, con el fin de precautelar la estabilidad laboral de sus trabajadores y la sostenibilidad de la compañía.

Por su parte, el gerente de EcoJet, Luis Durán, admitió que la situación financiera de su empresa es delicada y que los costos "siguen corriendo".

"Tenemos esperanza de que muy pronto volveremos a tomar vuelo, y tenemos confianza que contaremos con el apoyo gubernamental para evitar el descalabro del sector", añadió.

El gobierno interino de Bolivia trabaja en un "plan de salvataje" para reactivar a la estatal BoA y a otras empresas estatales golpeadas por la cuarentena. Fin