BRASILIA, 23 mar (Xinhua) -- El entorno económico de los países emergentes cambió rápidamente "de favorable a desafiante", informó hoy el Comité de Política Monetaria del Banco Central (Copom) de Brasil al analizar los impactos de COVID-19.

El Copom evaluó que en el escenario externo, "la pandemia causada por el nuevo coronavirus está causando una importante desaceleración del crecimiento mundial, una baja de los precios de los productos básicos y una mayor volatilidad en los precios de los activos financieros".

"En este contexto, a pesar de la provisión adicional de estímulo monetario por parte de las principales economías, el entorno de las economías emergentes se ha vuelto difícil", agregó.

Según el Copom, antes de la pandemia, la economía estaba en un proceso de recuperación gradual, el cual ha sido revertido.

"El Comité cree que la información disponible ya es suficiente para demostrar que la pandemia tendrá un efecto contractivo extremadamente significativo en la actividad mundial. Las medidas fiscales y monetarias adoptadas por las principales economías tienden a mitigar sólo una pequeña parte de esos efectos", indicó.

El Copem presentó este lunes el acta de su última reunión de la semana pasada, cuando la tasa de interés Selic fue recortada de 4,25 a 3,75 por ciento anual.

Según el acta, la pandemia afecta a la economía brasileña de tres maneras, por el lado de la oferta, de los costos y de la demanda.

En primer lugar, hay un impacto de oferta derivado de la interrupción de las cadenas de producción, aunque este aspecto "tendrá poca importancia cuantitativa, debido a la pobre interconexión de la economía brasileña con las cadenas de producción mundiales".

El segundo impacto es un "choque en los costos de producción, medido por la variación de los precios de los productos básicos y los activos financieros importantes".

"El segundo efecto es probable que implique un fuerte impacto desinflacionario a corto plazo. Sin embargo, su importancia debería relativizarse debido a su carácter temporal y a la volatilidad de los precios de los productos básicos medidos en moneda local", señaló.

El tercer efecto es el "descenso de la demanda, resultante del aumento de la incertidumbre y las restricciones impuestas por la pandemia".

Esa caída tiende a ser bastante importante en el horizonte relevante para la política monetaria, porque los efectos de la pandemia en el nivel de actividad pueden ser significativos.

Según las simulaciones presentadas en la reunión del Copom, para compensar este tercer efecto es necesario reducir el tipo de interés básico en más de 0,50 punto porcentual.

El Copom añadió que, sin embargo, "una reducción de la tasa de interés básica más allá de 0,50 punto porcentual podría ser contraproducente y dar lugar a condiciones financieras más comprometidas, con el resultado neto opuesto al deseado". Fin