RIO DE JANEIRO, 16 abr (Xinhua) -- El gobierno brasileño reiteró hoy que no pretende interferir en la política de precios de la estatal Petrobras, después de que el presidente Jair Bolsonaro vetara el viernes un aumento de la petrolera, lo que provocó la reacción contraria de los mercados y que la compañía perdiera 32.400 millones de reales (unos 8.400 millones de dólares) en apenas un día.

Este martes, Bolsonaro se reunió en el Palacio Presidencial de Planalto con el presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, y con los ministros Paulo Guedes (Economía) y Bento Albuquerque (Minas y Energía), para discutir sobre la política de reajuste de precios de Petrobras.

El portavoz presidencial, Otávio Rego Barros, afirmó tras la reunión que Bolsonaro afirmó que "no quiere" y "no puede" intervenir en la política de precios de los combustibles de la estatal.

"Una frase que nuestro presidente dijo en el inicio de la reunión fue 'yo no quiero y no tengo el derecho de intervenir en Petrobras. Yo no quiero y no puedo intervenir en Petrobras'", afirmó el portavoz, quien agregó que el mandatario dijo que "no quiere intervenir por cuestiones de concepto suyas" y que "no puede por cuestiones legales e incluso cuestiones políticas".

El jueves pasado, Petrobras anunció un reajuste del 5,74 por ciento en el precio del diesel, tras lo cual Bolsonaro reaccionó llamando a Castello Branco para vetar el aumento. La decisión del presidente brasileño hizo crecer en los mercados los temores de que el gobierno federal vuelva a intervenir en las decisiones de Petrobras, la mayor empresa de Brasil, como ocurría en anteriores gobiernos.

El viernes, los papeles de la estatal en la Bolsa de Valores de Sao Paulo se desplomaron más de un 8 por ciento y su valor de mercado cayó en apenas una jornada de 393.890 millones de reales (102.310 millones de dólares) a 361.490 millones de reales (93.900 millones de dólares).

Por su parte, el ministro de Economía, Paulo Guedes, aseguró que Petrobras es independientes para establecer los precios que quiera y que Bolsonaro dejó claro en la reunión que "estaría fuera de cualquier propósito manipular los precios de la estatal".

Según Guedes, Bolsonaro se preocupó con el hecho de que el aumento del diesel anunciado por Petrobras estaba muy por encima de la inflación acumulada este año, y que por ello decidió vetar la subida.

El responsable de la Economía brasileña afirmó que "Petrobras tiene que trabajar para mejorar sus prácticas" de reajustes y que estos "no pueden ser diarios", por lo que pidió "más transparencia" a la estatal.

Uno de los temores del gobierno brasileño con el aumento de los precios del diesel es que se repita una huelga general de camioneros en todo el país como la ocurrida el año pasado, cuando miles de transportistas paralizaron Brasil durante casi dos semanas en protesta contra el aumento de los combustibles.

Precisamente este martes, el gobierno anunció una serie de medidas que incluyen créditos públicos por 500 millones de reales (cerca 131,5 millones de dólares) para ayudar al mantenimiento de los camiones, y mantenimiento de las carreteras, y prometió una inversión de 2.000 millones de reales (unos 526 millones de dólares) en mejorías de carreteras que están en mal estado, que según varios estudios, son más de la mitad de las que hay en el país. Fin