RIO DE JANEIRO, 30 nov (Xinhua) -- La economía brasileña, la mayor de América Latina, se expandió un 0,8 por ciento en el tercer trimestre en comparación con el segundo, el mejor resultado trimestral desde los primeros tres meses de 2017 y que consolida la retomada económica del país.

"Se podría decir que Brasil pasó la prueba. No es un resultado maravilloso, pero se podría considerar como razonable ante lo que perdimos, teniendo en cuenta que el resultado en el segundo trimestre fue muy débil (0,2 por ciento) por la huelga de camioneros, que paralizó el país en mayo, y en este tercer trimestre tuvimos un panorama electoral incierto y un escenario internacional conturbado", explicó a Xinhua la economista de la Fundación Getulio Vargas (FGV) Silvia Matos.

Según ella, la recuperación económica de Brasil debe consolidarse en el cuarto trimestre, aunque ello no impedirá que el PIB del país tenga un resultado este año muy inferior al previsto inicialmente: una expansión cercana al 1,40 por ciento, menos de la mitad del 3 por ciento que tanto el gobierno como el mercado financiero proyectaban a inicio de año.

Se trata del mejor tercer trimestre desde 2012. En comparación con el tercer trimestre del año pasado, la economía brasileña creció un 1,3 por ciento, "una ligera aceleración pero que no indica un crecimiento más robusto de la economía en un futuro próximo", según Matos.

Con el resultado del tercer trimestre, Brasil encadena siete trimestres consecutivos de crecimiento económico, dejando atrás la peor recesión de su historia, iniciada a mediados de 2014, y que supuso ocho caídas consecutivas del PIB entre 2015 y 2016.

Nuevamente la agropecuaria lideró el crecimiento económico de Brasil, con una expansión del 0,7 por ciento entre julio y septiembre, seguida de los servicios (0,5 por ciento) y la industria (0,4 por ciento).

"Pese a que la agropecuaria tuvo el mayor crecimiento, fueron los servicios los que tuvieron una mayor incidencia, ya que representan cerca del 70 por ciento del PIB", comentó Matos.

Por su parte, el economista-jefe de la consultora GO Asociados, Eduardo Velho, aseguró que el consumo interno sigue siendo el motor de crecimiento de la economía brasileña, con un crecimiento del 0,6 por ciento en el tercer trimestre, el mejor resultado desde hace un año.

"El crecimiento del PIB se debe al crecimiento de la demanda interna, principalmente el consumo de las familias, influenciado por la mejora en el mercado de trabajo, en el crecimiento de la ocupación del empleo con el crecimiento de la remuneración media", resaltó Velho.

"Existe un escenario favorable para la demanda interna, con la caída de la tasa de morosidad y un presupuesto familiar más ajustado", comentó.

Consolidada la retomada económica, la gran incógnita es saber la trayectoria de Brasil el año que viene, en el primer año del Gobierno de Jair Bolsonaro. Según comentó a Xinhua el economista Joao Jansen, de 4E, "si finalmente se logra aprobar la reforma de la Seguridad Social y no hay ninguna crisis internacional, Brasil deberá crecer entre un 2,5 y un 3 por ciento en 2019".

"La administración de Michel Temer logró implantar varias reformas difíciles, como el límite de los gastos públicos y la reforma laboral, y ha estado trabajando para mejorar la situación, aunque todavía falta mucha cosa por hacer. Tenemos una recuperación, pero es muy lenta. Hay mucho por hacer todavía", agregó Jansen.

"El mundo empresarial está expectante ante las medidas que adopte Bolsonaro. Desde su victoria en las elecciones, la confianza de los empresarios ha subido, cosa que es positiva, pero aún existe una gran incertidumbre para ver qué hará el gobierno y si podrá aplicar varios de los puntos económicos que tiene en su programa, porque por ahora, no tendrá el apoyo necesario en el Congreso", dijo el economista.

Para Silvia Matos, "el gobierno ya no pueda fallar más. Claro que la reforma de la Seguridad Social, si logra ser aprobada, supondrá una gran impopularidad para Bolsonaro, pero tiene que ser hecha mientras el gobierno tenga capital político para ello. Debe hacerse en el primer año para que después puedan recogerse sus frutos. De no ser así, serán cuatro años de gobierno arrastrando todavía más la crisis económica", finalizó. Fin