RIO DE JANEIRO, 30 nov (Xinhua) -- Las inversiones chinas en Brasil podrían registrar un aumento en el futuro con una mayor apertura comercial del país sudamericano, algo que el presidente electo, Jair Bolsonaro, y su equipo económico han dicho que tienen intención de hacer, coincidieron hoy expertos en una conferencia en Río de Janeiro.

"Las inversiones directas chinas en Brasil todavía son muy tímidas (...) y ahora China tiene poco menos de la mitad de las inversiones extranjeras en el país", dijo Fernando Thompson, ex jefe de Comunicación de los ministerios de Hacienda, Puertos e Integración Nacional de Brasil en la conferencia.

"En los últimos cinco años, China descubrió Brasil, su sector de infraestructura y más concretamente, el sector de energía. Las inversiones chinas que hemos visto hasta ahora no son nada comparado con lo que está por venir", afirmó Thompson en el evento, organizado por la Cámara de Comercio Brasil-China en el Centro Cultural del Banco de Brasil.

Para Thompson, quien también fue secretario adjunto de Comunicación de la Presidencia de Brasil, la unión entre el pragmatismo y la necesidad de recaudación que tiene Brasil facilitará una mayor presencia comercial de China.

"China hoy es un socio fundamental en la compra de servicios de gobiernos regionales de Brasil, especialmente en materias primas, como los cereales. El pragmatismo se impondrá", indicó.

A su juicio, "los gobernadores electos van atrás de nuevos ingresos, y no tenemos duda que la iniciativa de la Franja y la Ruta será más que importante en esta búsqueda por nuevos ingresos".

En este sentido, Danilo Fariello, consultor de comunicación de la consultora Traumann & Thompson, restó importancia a algunas declaraciones proteccionistas realizadas por Bolsonaro durante la pasada campaña electoral brasileña, y dijo que el carácter liberal del equipo económico montado por Bolsonaro fomentará la expansión comercial de Brasil.

"Creo que hay un camino de asociaciones y convergencia de ideas, a pesar de las declaraciones durante la campaña electoral. Saber identificar riesgos, personas, contactos (...) es lo que hará la diferencia para hacer negocios aquí en Brasil", dijo Fariello.

En su opinión, el futuro gobierno está "aprendiendo a enfrentarse con dificultades e inexperiencia", pero resaltó el "perfil liberal del gobierno", liderado por el futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, que buscará una economía de mercado así como nuevas oportunidades".

Para Fariello, el gobierno de Bolsonaro asumirá un país "con una estabilidad económica".

"El gobierno de Michel Temer fue bastante positivo en el campo económico, hemos pasado de vivir momentos difíciles económicamente a tener la tasa de interés baja, el (tipo de) cambio controlado, la inflación controlada. Todo esto es un panorama propicio para las inversiones", subrayó.

"También asumirá un Brasil con los marcos reguladores definidos, que ha permitido, por ejemplo, que China haya avanzado en el campo energético, el más liberal de todos", puntualizó el consultor.

Fariello resaltó que "las privatizaciones dejaron de ser mal vistas. En Brasil siempre fueron un tema tabú, pero desde el inicio de la campaña electoral, Bolsonaro ha defendido las privatizaciones, lo que representa un cambio estructural en el país".

El gobierno de Temer, añadió, también "dejará una cesta de proyectos definidos para privatizaciones, con la necesidad que hay de recaudación. Se trata de una cesta de proyectos bien interesante".

Para el experto, el nuevo Ejecutivo brasileño ofrecerá "oportunidades" de inversión y "será un gobierno políticamente heterodoxo, con una visión innovadora, con nuevos parlamentarios", que deberían traer aires nuevos al país.

Por otro lado, la administración Bolsonaro tiene que enfrentarse "a un bajo crecimiento económico y una economía poco dinámica, a un escenario de desaceleración mundial, al atraso que sufren muchos proyectos por problemas técnicos y a la sombra de la operación Lava Jato, que afectó fuertemente muchas concesiones realizadas anteriormente".

"El gobierno de Bolsonaro tendrá una gran dificultad en mantener todas las cosas de pie, driblar las necesidades que tiene el país y aprender a enfrentarse a los problemas que aparecerán", comentó Fariello.

La nueva administración deberá "redefinir las relaciones bilaterales y multilaterales, que pueden afectar la infraestructura del país, mantener una estabilidad económica, poner en marcha los proyectos y tener cuidados con las tarifas, para evitar una huelga como la que hicieron los camioneros en mayo", dijo el experto.

"Los desafíos serán definir la relación con China, asumir la responsabilidad por las privatizaciones y concesiones, decretar la velocidad de apertura al mercado internacional con la reducción de tarifas, la importación de bienes de capital y definir la magnitud de la liberalización de la economía", concluyó. Fin