RIO DE JANEIRO, 28 ago (Xinhua) -- El ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, aseguró hoy que la cosecha de soja y maíz nacional está amenazada si no se revierte la decisión judicial de prohibir el uso de glifosato en el país por ser una amenaza a la salud, porque los agricultores no tienen ningún otro herbicida eficaz como alternativa.

En un acto en Sao Paulo ante empresarios industriales, Maggi afirmó que Brasil no tiene "ningún otro producto que sustituya el glifosato ya en la próxima cosecha. Será difícil garantizar la producción ya que Brasil planta de forma directa el 95 por ciento de las áreas en que produce soja y maíz y el glifosato es la base de ese proceso".

Una jueza brasileña prohibió la semana pasada el uso de glifosato en Brasil hasta que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) apruebe o no su uso, después de que varios estudios hayan demostrado que es un producto cancerígeno.

Maggi alertó que si finalmente se prohíbe el uso del producto, Brasil sufriría "pérdidas enormes" porque la producción de soja y de maíz, de las que el país es uno de los mayores productores, se quedarían sin un producto defensivo.

Brasil es uno de los mayores graneros del mundo y la producción de soja y maíz supone el 88 por ciento de toda la cosecha nacional. Para este año, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) espera recoger 119 millones de toneladas de soja y 82,2 millones de toneladas de maíz.

Para el ministro, "el glifosato es la base para el plantío directo en Brasil. Las grandes haciendas del país ya no cuentan con herramientas como el arado para preparar el suelo ya que todo se hace con químicos. No hacerlo significa no tener posibilidades de plantar", explicó.

El Gobierno brasileño presentó un recurso en la Justicia contra la decisión de la prohibición del producto y se mostró confiado en que sea aceptado. Maggi defendió el glifosato al considerarlo "un herbicida biodegradable que está hace muchos años en el mercado y es bastante barato". Fin