Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 12 mar (Xinhua) -- El nuevo presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció tras su investidura este domingo que buscará cinco grandes acuerdos nacionales para alcanzar el desarrollo y acabar con la pobreza. Para lograrlos, deberá buscar consensos en el Parlamento más dividido en 28 años.
Piñera, que vuelve a ser jefe de Estado tras su mandato entre 2010 y 2014, aseguró que buscaría esos grandes pactos en infancia, seguridad ciudadana, salud, paz en La Araucanía (la zona más conflictiva del país) y desarrollo y pobreza.
El foco de estos anuncios estará en la relación entre los sectores público y privado y en quién se hará cargo del gasto fiscal para llegar a las metas, señaló a Xinhua la politóloga y académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile Claudia Heiss.
"El corazón de la diferencia en Chile entre la izquierda y la derecha respecto del modelo económico, en el fondo, es que centros privados con fines de lucro utilicen recursos públicos para la provisión de servicios sociales", puntualizó.
Para lograr esos acuerdos nacionales, Piñera necesitará mayoría en un Congreso que presenta la mayor división desde 1990, cuando Chile retornó a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Aparte del bloque de derecha Chile Vamos, que llevó a Piñera a la Presidencia, y el de izquierda, Nueva Mayoría, que desaparecería tras la fractura que provocó la derrota presidencial en 2017, ha surgido en el Parlamento el Frente Amplio.
Este conglomerado de parlamentarios, que en su mayoría no superan los 35 años, logró en las últimas elecciones 21 diputados y un senador y, pese a compartir ideas con la izquierda, se proclaman como una tercera alternativa.
El ministro de Hacienda chileno, Felipe Larraín, señaló que ajustarán el gasto fiscal para contener el crecimiento de la deuda pública que heredaron.
"Piñera está proponiendo aumentar el dinero que entrega el Estado a centros privados que reciben financiamiento público, entonces ahí uno tiene que preguntarse cómo mejora el control y la fiscalización de estos recursos públicos", detalló Heiss.
El Gobierno de Bachelet aprobó varias reformas que incrementaron el gasto fiscal y aumentaron los beneficios sociales, además de una reforma educacional que permite al 60 por ciento de la población más pobre estudiar gratis.
"Es bien difícil pensar que bajando el gasto público se va a mejorar la salud, la seguridad y la protección de la infancia", afirmó Heiss y agregó que "muchas veces se ha planteado el crecimiento como algo contradictorio con el crecimiento por la redistribución".
La Premio Nacional de Periodismo chileno y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile, María Olivia Mönckeberg, aseguró a Xinhua que el gabinete de Piñera tiene un gran poder en lo económico y político que influye directamente en las áreas de salud y educación del país.
La gran promesa de Piñera es transformar a Chile en un país desarrollado en los próximo ocho años, sin embargo, para el economista y académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, "es una meta ambiciosa, pero desde el punto de vista real es bastante difícil avanzar".
"Las estimaciones que se han estado haciendo nos señalan que el país va a crecer recién este año y el otro alrededor de 3,5 o 4 por ciento en el mejor de los casos", precisó a Xinhua.
Durante el primer mandato de Piñera, la economía chilena creció en promedio un 5,3 por ciento, en parte gracias al alto precio del cobre. Durante el de Bachelet fue del 1,7 por ciento, a causa de la caída de las ganancias cupríferas y la desaceleración mundial.
El expresidente del Banco Central chileno Vittorio Corbo aseguró a inicios de marzo que "el cambio político va a dar un impulso fuerte a la inversión tras cuatro años de caídas consecutivas".
Chile ha sido uno de los países donde más ha disminuido la pobreza, tras pasar de un 40 por ciento en 1990 a un 11,7 por ciento en 2015, según datos oficiales.
No obstante, Heiss, quien fue presidenta de la Asociación Chilena de Ciencia Política entre 2012 y 2014, apostilla que parece "difícil" y "ambicioso" prometer alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza. Fin