Sin interconexión no hay desarrollo. El comercio electrónico y la transmisión digital moderna pueden facilitar los intercambios entre China y Latinoamérica y acercar "virtualmente" a ambas partes, que están muy separadas geográficamente.
Recientemente, el fundador del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, Jack Ma, visitó Argentina y México y puso el foco de su estrategia de globalización del comercio electrónico en América Latina, mientras que Chile tiene previsto cooperar con China para instalar un cable submarino de 19.000 kilómetros de largo que cruce el Pacífico.
"Los proyectos de cooperación en el marco de la Franja y la Ruta no deben limitarse a las infraestructuras tradicionales tales como las carreteras, los ferrocarriles y el transporte marítimo, sino también centrarse en la conexión digital", señaló la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en un encuentro con la prensa china antes de viajar a Beijing para asistir al Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, inaugurado hoy domingo.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta consiste en una red de conexiones que incluye ferrocarriles, carreteras, rutas aéreas y marítimas, oleoductos y gasoductos, así como líneas de transmisión y redes de telecomunicaciones.
Teniendo en cuenta las demandas de la nueva fase de la globalización, el flujo transfronterizo de datos también tiene un significado importante en cuanto a la construcción de instalaciones de infraestructuras reales.
El informe "La globalización digital: una nueva era del flujo global", recién publicado por el Instituto Global McKinsey indica que el valor generado por el flujo de datos es mucho más que el del comercio mundial de mercancías. En la última década el uso de la banda ancha transfronteriza aumentó en 45 veces, lo que ha llevado a un mundo más estrechamente conectado que nunca.
En opinión del presidente argentino, Mauricio Macri, que también se encuentra actualmente en Beijing para participar en el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, la Iniciativa de la Franja y la Ruta va a crear más oportunidades para la interconexión entre su país y el mundo, pero destacó que la clave está en la conexión tanto física como virtual.
Con respecto a las relaciones sino-latinoamericanas en el siglo XXI, la innovación científica y tecnológica y la tecnología informática se han convertido en los nuevos elementos en la cooperación integral entre ambas partes bajo las iniciativas del nuevo marco de cooperación "1+3+6" y el programa de cooperación entre China y América Latina y el Caribe (2015-2019).
El exembajador de China en Costa Rica, Uruguay y Colombia, Wang Xiaoyuan, apuntó en una entrevista con Xinhua que el comercio electrónico, que no está tan desarrollado como el de China, abrirá canales nuevos y amplios para la logística en América Latina.
Las empresas latinoamericanas, en su mayoría de propiedad privada y de tamaño pequeño y mediano, tienen depositadas grandes esperanzas en que se fortalezcan la logística interna y la promoción de sus productos en los mercados extranjeros a través del comercio electrónico, agregó Wang.
El investigador adjunto del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China Guo Cunhai se refirió a este aspecto y señaló que las redes de telecomunicaciones y el comercio electrónico están poco desarrollados en América Latina, por lo que el aumento de la inversión en las denominadas "infraestructuras virtuales" desempeñará un papel activo en el desarrollo sano y sostenible de los lazos sino-latinoamericanos .
Explicó que el comercio electrónico puede servir como un puente, integrando las distintas economías de los dos lados y estimulando la vitalidad de la cooperación económica y comercial. Asimismo, el comercio electrónico puede ayudar a eludir los factores desfavorables del mercado externo para las firmas latinoamericanas, tradicionalmente dependientes de las exportaciones de materias primas. Fi