El éxito de la misión espacial tripulada más larga de China muestra que el país es capaz de sostener la estancia por un periodo largo de astronautas en el espacio, subrayó hoy miércoles una experta en astronáutica.
La nave espacial tripulada Shenzhou-11 con dos astronautas a bordo fue lanzada el 17 de octubre y regresó a la Tierra el 18 de noviembre. La astronave se acopló al primer laboratorio espacial de China, el Tiangong-2, y ambos formaron un complejo.
Los dos astronautas, Jing Haipeng y Chen Dong, vivieron en el Tiangong-2 30 días y regresaron a la Tierra de manera segura y en buen estado de salud.
Huang Weifen, subjefa diseñadora del sistema de astronautas del Centro de Astronautas de China, indicó que los dos astronautas se acostumbraron rápidamente al entorno en el espacio y demostraron excelentes condiciones físicas y mentales. Cumplieron con éxito todos los experimentos científicos programados.
La misión verificó la calidad general de los astronautas y evidenció que China es capaz de ayudar a astronautas a permanecer en el espacio durante un tiempo largo, añadió Huang.
Indicó también que en la misión se probaron algunas tecnologías y sistemas clave para una estancia de largo plazo en el espacio, incluidas fijaciones para cintas de correr, ultrasonidos médicos, medicina a distancia, administración de suministros, un manual electrónico interactivo y tecnología de cultivo de plantas.