Enfoque de China: Economía de China se mantiene estable en medio de reestructuración

Los indicadores económicos de China estuvieron en julio ligeramente por debajo de las expectativas, en un mes en el que las inundaciones a gran escala afectaron la actividad económica normal y los problemas que presenta la reestructuración económica en marcha aumentaron de intensidad.

Los indicadores económicos de China estuvieron en julio ligeramente por debajo de las expectativas, en un mes en el que las inundaciones a gran escala afectaron la actividad económica normal y los problemas que presenta la reestructuración económica en marcha aumentaron de intensidad.

El ritmo de inversión en activos fijos cayó al 8,1 por ciento en el periodo entre enero y julio, el nivel más bajo en más de una década, desde el nueve por ciento con que se había cerrado la primera mitad del año, según los datos publicados hoy viernes por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

El crecimiento de la producción industrial y el consumo también fue más somero. La producción industrial de valor añadido aumentó un seis por ciento interanual al término de julio, por debajo de la subida del 6,2 por ciento de junio. El aumento de las ventas al por menor fue igualmente más ligero: un 10,2 por ciento en julio cuando el mes previo fue del 10,6 por ciento.

El portavoz del BNE Sheng Laiyun comentó que los datos muestran que la economía china ha sufrido altibajos pero mantiene una tendencia positiva.

La economía de China se comporta dentro del margen esperado pese a los vientos en contra que soplan tanto en el ámbito nacional como el internacional, añadió.

China lleva un tiempo tratando de hacer que su economía se desprenda de su excesiva dependencia en las exportaciones y la inversión y se encamine hacia un modelo de crecimiento que se apoye en el consumo, la innovación y el sector servicios.

La reestructuración económica está en una "fase crucial", según Sheng, que opina que algunas de las políticas reformistas ya han empezado a funcionar, aunque tengan un efecto negativo a corto plazo.

El crecimiento económico se mantuvo estable en el 6,7 por ciento en el segundo trimestre, el nivel más bajo desde la crisis financiera global de 2009 pero dentro de los objetivos marcados por el gobierno para 2016, que están en una horquilla entre el 6,5 y el 7 por ciento.

Pese a las presiones bajistas sobre la economía, China se ha resistido a la tentación de aplicar arreglos temporales como una política de flexibilización monetaria agresiva. En lugar de eso, el país optó por dejar que las reformas estructurales sirvan de herramienta para fijar un rumbo económico más sostenible.

Con el fin de avanzar en la reforma estructural por el lado de la oferta, el país ha dado prioridad a abordar el exceso de capacidad industrial, la reducción de viviendas sin vender, el desapalancamiento para desactivar los riesgos financieros y la reducción de los costes financieros de las empresas.

El ritmo menor del crecimiento de la inversión en activos fijos en los primeros siete meses estuvo condicionado por la caída del 22,9 por ciento registrada en el sector minero, lo que da muestra de que los esfuerzos del gobierno por reducir el exceso de capacidad en los sectores del carbón y el acero están dando frutos.

El crecimiento de la inversión en promociones inmobiliarias se redujo al 5,3 por ciento entre enero y julio respecto al 6,1 por ciento del primer semestre.

La inversión privada se incrementó un 2,1 por ciento en los siete primeros meses, un ritmo menor al 2,8 por ciento alcanzado de enero a junio, que ya era débil de por sí.

Shen achacó esta debilidad continuada de la inversión privada, que representa el 61,4 por ciento del total de la inversión en activos fijos, al freno en la manufactura para la exportación, las barreras de entrada a las empresas privadas que existen en algunos sectores, el acceso limitado a los préstamos y las extensivas inundaciones que sufrieron algunas áreas.

El crecimiento de la inversión de las empresas de propiedad estatal también se ralentizó hasta el 21,8 por ciento en los siete primeros meses del año desde el 23,5 del primer semestre.

La inversión en infraestructuras subió un 19,6 por ciento entre enero y julio, algo por debajo del 20,9 por ciento de la primera mitad del año.

El desglose de los datos hoy publicados arroja cierta luz sobre la economía y sectores que ganan impulso como los nuevos tipos de industrias, tecnologías, servicios y modelos de negocio.

La producción de la industria de alta tecnología se elevó un 12,2 por ciento en julio, mejorando la subida del 10,6 de junio. La producción de coches de nueva energía creció en el mismo mes un 52,5 por ciento. Los ingresos de los servicios emergentes estratégicos lograron un aumento interanual del 15,6 por ciento durante los primeros seis meses de año, según los datos del BNE.

Sheng advirtió, sin embargo, que la nueva economía no tiene la fortaleza suficiente para compensar las carencias.

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Palabras clave : China, Economía

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