El gobierno cubano trabaja hoy en la promoción de un "arancel cero" para más de 300 mercancías, como parte de la actualización de un acuerdo de comercio y cooperación bilateral con la Comunidad del Caribe (Caricom).

"Acogemos con beneplácito los esfuerzos conjuntos para la actualización y revisión del acuerdo de comercio y cooperación bilateral, que permitirá el libre acceso, con arancel cero, de 297 productos de países de Caricom y de 47 de nuestro país", declaró el pasado lunes el presidente cubano Raúl Castro.

Castro, al inaugurar en La Habana la V Cumbre Caricom-Cuba, pidió buscar "soluciones novedosas y factibles para todos" en el ámbito comercial, un tema que sigue siendo una asignatura pendiente para la región.

Cuba, que mantiene una estrecha relación de cooperación con sus vecinos caribeños, no ha logrado poner el comercio interregional a la misma altura de sus vínculos diplomáticos y políticos.

Expertos consideran que el intercambio ha estado lastrado por la falta de líneas marítimas que conecten a esos países, los que además poseen peques economías, por lo regular muy vulnerables a los vaivenes de la crisis internacional.

También señalan que la coincidencia de los principales productos de exportación, entre los cuales se incluyen frutas, tabaco, azúcar y café, es otro factor que frena el comercio subregional.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Cuba tuvo en 2013 un pequeño intercambio con tres de los miembros de ese bloque, Trinidad y Tobago (37 millones de dólares), Haití (15 millones) y Surinam (tres millones).

Sin embargo, tanto Cuba como la Caricom tienen importantes industrias turísticas, que pueden ser una plataforma común de trabajo, como consideran académicos y diplomáticos.

"Cada uno debe proyectar las opciones que ofrece y promover el turismo en el Caribe como un producto único", dijo a periodistas el embajador de Santa Lucía en La Habana, Charles Isaac.

"A pesar de que tenemos una fuerte relación política nos resulta muy urgente reforzar los nexos económicos", aseguró el diplomático.

Esos nexos pueden tener un punto de unión en el megapuerto de Mariel, localizado unos 45 kilómetros al oeste de La Habana, donde el gobierno cubano inauguró en enero de 2013 la primera Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), la nueva joya de la economía cubana.

La ZEDM, que comienza a atraer la atención de inversionistas extranjeros interesados en establecer negocios en la isla, puede convertirse en un punto de recepción y embarque entre el Caribe y el resto del mundo.

Para la Caricom, el puerto de Mariel puede constituir una oportunidad incluso de abrir inversiones en Cuba, país que ha puesto la prioridad en algunos sectores como las energías renovables, la actividad industrial, proyectos logísticos y de la industria agroalimentaria, además de la biotecnología. F