Desde tiempos inmemoriales los habitantes de la Cordillera de Los Andes, donde las temperaturas pueden descender hasta los 10 grados bajo cero, se han vestido con lana de alpaca, que sirve para elaborar abrigos cálidos gracias a la abundancia y la calidad de su fibra.

En la época del Imperio de los Incas, la población y los altos funcionarios de este reino, vestían atuendos elaborados con la lana de este animal doméstico que, además, proveía su carne como un alimento básico para el antiguo hombre andino.

Conocedora de este valor, el gobierno peruano y los gobiernos regionales promueven la crianza de estos camélidos en las comunidades andinas, como una fuente de empleo por el alto valor de su lana en los mercados internacionales.

Como parte de esta política oficial, recientemente, la ministra de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Magali Silva, anunció la realización del festival Alpaca Fiesta 2014, que se llevará a cabo del 10 al 15 de noviembre próximo en la ciudad surandina de Arequipa.

La alta funcionaria resaltó que este encuentro internacional, donde participarán productores peruanos y de otros países andinos, tiene como propósito destacar al rol que juega la lana de este camélido andino como vestimenta en las zonas frías y su incursión en la alta moda internacional, especialmente en los países del hemisferio norte, donde también sirve como abrigo.

El encuentro de productores de lana de alpaca en la capital peruana también reunirá a expositores de la industria textil, tanto de Perú como extranjeros, además de expertos en genética y producción de este ganado nativo andino.

Sobre la importancia comercial y económica de esta actividad productiva, el presidente de Alpaca Fiesta 2014, Renzo Morante, resaltó que Perú es el primer productor de una de las fibras más finas del mundo.

El dirigente empresarial agregó que los productores peruanos se proyectan como fabricantes de prendas y accesorios de alta calidad, aspiración que se sustenta en que el 90 por ciento de la población de alpacas se encuentran en este país.

De acuerdo con Morante, los datos estadísticos de los embarques y la demanda que existe en los mercados internacionales revelan que este producto registró en lo que va de este año un incremento de las exportaciones por 31,3 por ciento con respecto al mismo periodo del 2013, lo que representó en términos monetarios 72,6 millones de dólares.

Este incremento de los envíos hacia el exterior, no hacen sino fortalecer la demanda que los mercados internacionales registran al consumir estas prendas de vestir elaboradas con la lana de la alpaca, actualmente en alza.

Las exportaciones de este producto influyen en el ramo textil de hilos, que en el periodo antes citado reportó una expansión de 35,9 por ciento y, asimismo, la dinámica de ventas al exterior de prendas de vestir elaboradas en 14,9 por ciento.

Según los productores peruanos, entre los principales mercados de consumo de esta lana destacan China, Italia, Noruega y Estados Unidos, cuyas compras en conjunto representan alrededor del 65 por ciento de envíos al exterior.

Otros destinos internacionales hacia donde también se envían prendas de vestir elaboradas con lana de alpaca peruana son Alemania, Francia, Japón y Reino Unido, entre otros países.

Una muestra de la importancia económica, que adquiere esta actividad productiva en este país andino es la iniciativa de los gobiernos regionales y locales con el fomento de la crianza de alpacas en las comunidades campesinas.

El caso más emblemático es la comunidad campesina de Logen, en la región surandina de Ayacucho, ubicado a 554 kilómetros de Lima, donde esta semana las autoridades locales hicieron entrega de 152 cabezas de alpacas reproductoras.

La entrega de este ganado a esta población es un doble reconocimiento a la labor de preservación y custodia de estos camélidos andinos, después que esta comunidad ganó el primer lugar del fondo Concurso Procompite, con un premio económico de 43.682 dólares.

Al respecto, el presidente de la Asociación de Productores de Alpaqueros de la Comunidad de Logen, Silvio Chancolla, sostuvo que los miembros de esta organización trabajan arduamente para mantener la tradición ancestral de custodiar las alpacas, como un legado de sus ancestros.

Expresó que los comuneros andinos están comprometidos en la labor de mejorar el nivel de productividad de este ganado sudamericano, uno de los más promisores de la región por la calidad de su lana y de las prendas que se elaboran con este material.

Al igual que sus ancestros los habitantes de las zonas alto andinas de Perú continúan la tradición de custodiar estos estos camélidos sudamericanos, que junto a la vicuña, la llama y el guanaco, forman una estirpe de ganado ancestral que por milenios alimento y vistió cálidamente a estas familias.

La presencia de este ganado en las zonas andinas de Sudamérica también llega hasta Ecuador, Bolivia, el noroeste de Argentina, noroeste de Chile, en parajes andinos que superan los 3.500 a 5.000 metros sobre el nivel del mar.

En los últimos años, debido a la alta calidad de la lana de alpaca, productores privados de Estados Unidos, Nueva Zelanda y algunos países de la Unión Europea (UE) se han dedicado a la cría de esta especie, sin embargo el grueso de la población se mantiene en su hábitat ancestral: Los Andes sudamericanos. F

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