La economía de Chile repuntará hacia fines de este año y su crecimiento será superior en 2015, por el impulso monetario y una menor incertidumbre interna, dijo hoy el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara.

A pesar de que se prevé un crecimiento bajo durante los próximos meses, señaló que un panorama externo más favorable y una política monetaria bastante expansiva deberán contribuir a una gradual recuperación de la economía, que este año deberá crecer entre 2,5 y 3,5 por ciento.

Desde octubre del 2013, el Banco Central ha recortado la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 125 puntos base para alentar una actividad doméstica que se ha desacelerado.

Además, a mediados de julio, el Banco Central recortó la TPM un cuarto de punto porcentual a 3,75 por ciento, tras permanecer cuatro meses en 4 por ciento, en medio de expectativas de inflación más altas pero que han cedido terreno en los últimos meses.

En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de publicar una completa radiografía de la economía y el sistema financiero del país sudamericano.

Señaló que, aunque la economía se enfrenta "a un entorno macroeconómico desafiante", la desaceleración alcanzará un punto de inflexión en 2014 y el crecimiento retomará su tendencia gradualmente.

Aseguró que hay indicios de que la inversión se está estabilizando y podría repuntar este año, y las exportaciones netas deberían continuar impulsando la recuperación.

No obstante, el estudio hizo varias críticas y advertencias que apuntan a las debilidades y puntos vulnerables de la economía y sistema financiero chilenos, indicando que la caída del precio del cobre ha tenido un impacto mayor en la economía chilena que en otros exportadores del metal.

Planteó que Chile necesita reformas estructurales para generar el crecimiento vigoroso e inclusivo necesario para reducir la desigualdad, estimando que las reformas propuestas por la presidenta Michelle Bachelet -tributaria, educacional, productividad y energética- apuntan a eso, aunque aún hay incertidumbres.

"La reforma tributaria de las autoridades pretende crear una estructura tributaria más progresiva y recaudar el equivalente a 3 por ciento del PIB para financiar un aumento del gasto en educación y salud, e incrementar al mismo tiempo el ahorro público", según el FMI.

Afirmó que la reforma educacional se centra en la educación en la primera infancia, y en la promoción de la igualdad de acceso y el mejoramiento de la calidad y la rendición de cuentas en todo el sector educativo.

Mientras, el programa energético busca promover la inversión y la eficiencia, y facilitar el uso de tecnologías limpias y los planes para fomentar la competitividad incluyen mejoras en infraestructura, promoción de la investigación y el desarrollo y la formación laboral y la provisión de nuevos servicios a la pequeña y mediana empresa.

El FMI admitió que la desigualdad en Chile ha disminuido, pero sigue siendo alta en comparación con la región y los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), y se refleja también en la baja movilidad social, que es el resultado de la falta de acceso a una educación de calidad.

Precisó que, a pesar del aumento en el gasto social en Chile, este aún está por debajo los promedios de la región y la OCDE, y que el sistema tributario chileno es poco eficiente en reducir la pobreza y la desigualdad de ingresos.

El documento estimó que "mejorar la educación ayudará tanto a generar crecimiento como equidad y, para mejorar, el sistema necesita más recursos y, por eso, una reforma tributaria es necesaria". F