La economía china, que empezó a ralentizarse a finales del año pasado, está mostrando más signos de debilitación, con los economistas pronosticando que el crecimiento en el primer trimestre podría no cumplir la meta anual del 7,5 por ciento.
La última evidencia la proporcionó la versión preliminar del Índice de Gerentes de Compra (IGC) del sector manufacturero, uno de los primeros indicadores disponibles de las condiciones operativas de la actividad manufacturera de China.
El IGC preliminar del sector manufacturero de China dado a conocer por HSBC/Markit tocó su nivel más bajo en ocho meses con un 48,1 en marzo, frente a la lectura final del 48,5 de febrero, señaló la compañía de datos Markit en un comunicado publicado el lunes.
La lectura significa que la actividad manufacturera se ha contraído durante tres meses consecutivos.
De acuerdo con Markit, los datos corresponden a entre el 12 y el 20 de marzo. La lectura final del IGC de este mes se divulgará el 1 de abril.
Una lectura del IGC superior a 50 indica expansión de la actividad económica, mientras que una inferior supone contracción.
El IGC manufacturero de China publicado por HSBC bajó al 49,5 en enero con respecto al 50,5 de diciembre, lo que supone el primer empeoramiento de las condiciones operativas en el sector desde julio de 2013.
En marzo, casi todos los subíndices cayeron, incluyendo el de volumen de producción, nuevos pedidos, empleo, trabajos pendientes, precios de producción y reservas de compra.
El subíndice de nuevos pedidos registró una fuerte caída hasta situarse en el 46,9 desde el 48,6, mientras que el de producción disminuyó hasta el 47,3 desde el 48,8. Al contrario, el inventario de productos finales subió al 51,2 desde el 50,1.
Las buenas noticias vinieron del subíndice de nuevos pedidos de exportación, que superó la línea divisoria de 50 por la primera vez en cuatro meses.
El economista en jefe de HSBC, Qu Hongbin, dijo que la lectura preliminar del IGC de marzo indicaba que el ímpetu de crecimiento del país continuaba ralentizándose, y que esto estaba relacionado con el continuado debilitamiento de la demanda nacional.
"Esperamos que Beijing lance una serie de medidas para estabilizar el crecimiento. Las opciones probables incluyen bajar las barreras de entrada de la inversión privada, asignar gastos en los proyectos de líneas de metro, el tratamiento de la contaminación del aire y las viviendas públicas, así como bajar los tipos de interés de préstamos", dijo Qu.
Zhang Zhiwei, economista de la japonesa Nomura Securities, dijo que el descenso del IGC preliminar del HSBC sorprendió al mercado, ya que el consenso lo situaba en el 48,7.
Las expectativas positivas del mercado estuvieron generadas probablemente por el efecto estacional y la recuperación de otro indicador económico, el Índice de Sentimiento de Negocios MNI, que subió al 53,4 en marzo desde el 50,2 de febrero.
Además, el IGC del HSBC ha experimentado un aumento medio de 0,6 puntos porcentuales en el período febrero-marzo desde que se comenzó a disponer de datos en 2005 (a excepción de 2009 debido a la crisis financiera global). El índice cayó solo en dos de los ocho años, 2007 y 2012, desde 2005, dijo Zhang.
"Mantenemos nuestro punto de vista de que el ímpetu de crecimiento se desacelerará en la primera mitad de este año, y las medidas políticas generarán un repunte en el segundo trimestre", dijo en una nota de investigación.
Zhang también sostuvo que China reducirá el ratio de requisito de reservas posiblemente dos veces en los próximos trimestres. La política fiscal también se tornará expansionaria en el segundo trimestre para mantener el crecimiento del PIB por encima del 7 por ciento.
Nomura previó que el crecimiento económico de China se desacelere hasta el 7,3 por ciento en el primer trimestre y hasta el 7,1 por ciento en el segundo, ambos por debajo del objetivo anual del gobierno y del crecimiento del 7,7 por ciento experimentado en los últimos tres meses de 2013, de acuerdo con Zhang.
Qu Hongbin también dijo que la lectura del IGC de marzo indicaba que el crecimiento en el primer trimestre se ubicará probablemente por debajo del 7,5 por ciento, e incluso podría tocar el límite mínimo de crecimiento del 7 por ciento y afectar al mercado de trabajo.
En un informe de investigación anterior, Qu dijo que casi todas las cifras económicas reveladas por el momento este año eran inferiores a las expectativas del mercado.
El IGC manufacturero del HSBC de febrero fue del 48,5, pero la lectura media de los primeros dos meses fue del 49,0, lo que supone que el sector manufacturero de China está perdiendo el ímpetu de crecimiento, y el IGC oficial repitió el mismo mensaje, indicó Qu.
En su opinión, la demanda exterior de China también se ha mostrado inestable. En el área nacional, las cifras de producción industrial, inversión en activos fijos y ventas al por menor en los primeros dos meses fueron más débiles de lo previsto.
"Las cifras piden una inmediata acción política para frenar la desaceleración económica", sugirió Qu.