Un tren de carga que conecta cinco países de Asia Central con la zona oriental de China comenzó a operar el lunes con las esperanzas de que impulse el desarrollo del cinturón económico de la Ruta de la Seda que abarca el continente eurasiático.

El convoy viajará 4.600 kilómetros desde la ciudad de Yiwu, en la provincia de Zhejiang; pasará por el Paso Alataw, en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el extremo occidental de China y llegará a la ciudad de Almaty en Kazajistán. Desde allí, la línea se ramificará para llegar a ciudades situadas en Uzbekistán, Kirguizistán, Turkmenistán y Tayikistán.

La ruta más larga será de 10.000 kilómetros de longitud y tomará seis días.

El primer grupo de trenes, que sale de Yiwu hasta el Paso Alataw y Khorgos de Xinjiang, comenzó a operar en abril del año pasado.

Desde entonces, los países de Asia Central se han convertido en unos importantes destinos para la exportación de las mercancías producidas en Yiwu.

Los mercados mayoristas de la ciudad china, que reciben diariamente 210.000 clientes, vendieron más de 1,7 millones de clases de artículos a 219 países y regiones.

El fortalecimiento de la conexión comercial entre el oriente de China y los países de Asia Central se produjo después de que 24 ciudades y ocho países a lo largo de la Ruta de la Seda firmasen en noviembre del año pasado el acuerdo "Cinturón Económico de la Ruta de la Seda".

El presidente chino, Xi Jinping, propuso la idea del cinturón económico durante su visita a Asia Central en septiembre del año pasado, que se enfocó en la recuperación de la Ruta de la Seda, que históricamente conectó China con Asia Central y Europa, como una manera de estrechar los lazos políticos y económicos.

La nueva Ruta de la Seda abarca 18 países de Asia y Europa, con una superficie total de 50 millones kilómetros cuadrados y una población de 3.000 millones. La región es rica en recursos energéticos, mineros, turísticos, culturales y agrícolas.