Las compañías estatales de petróleo y gas son esenciales para las economías de los países miembros del BRICS, y desempeñarán un papel estratégico en su desarrollo, afirmó Marcelo Simas, destacado economista brasileño y profesor de la Universidad Nacional de Río de Janeiro.

En una entrevista con Xinhua, Simas aseguró que las compañías petroleras estatales pueden beneficiar a las economías emergentes, incluidas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, conocidas colectivamente como naciones BRICS, por una gran variedad de razones, entre las que se cuenta la generación de ingresos.

"En Brasil, el sector del petróleo y el gas representa el 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y en unos siete años llegará al 20 por ciento. En Rusia, más de dos tercios de las exportaciones son de recursos naturales, especialmente petróleo y gas. Las compañías petroleras nacionales tienen un papel sumamente importante que jugar en el desarrollo de estos países", acotó.

Las compañías petroleras estatales "tienen comúnmente como política usar alto porcentaje de productos y servicios locales, lo que significa que cuando dichas compañías crecen, también lo hacen otros sectores de la economía nacional", subrayó Simas.

Además, dichas compañías desempeñan hoy un papel mucho más importante que en el pasado, cuando empresas como Exxon, Chevron, Shell o BP controlaban el mercado y la mayoría de las reservas mundiales.

La participación de las firmas petroleras estatales en el mercado de la exploración aumentaron exponencialmente tras la crisis del crudo en los años 70 y la nacionalización de compañías privadas en la misma década.

Actualmente, la mayoría de las reservas mundiales de petróleo están controladas por empresas estatales, dejando una pequeña porción a las privadas, que tienen que trasladar su centro de atención al refinado y la distribución de combustible.

"Un total de 13 compañías petroleras nacionales son responsables de tres cuartas partes de las reservas mundiales de crudo. Ellas se encuentran hoy en una posición muy cómoda", explicó el economista.

Sin embargo, tal escenario podría cambiar ya que la exploración de las recientemente descubiertas reservas de gas y petróleo de esquisto en Estados Unidos están en manos de empresas privadas.

De confirmarse, dichas reservas podrían poner fin o al menos reducir considerablemente la dependencia de Estados Unidos de las importaciones de petróleo y gas, lo cual provocaría un cambio considerable en la geopolítica del petróleo.

Pero aún hay que esperar a que las reservas sean confirmadas, mediante un sistema de exploración que representa un peligro potencial para el medio ambiente debido al alto riesgo de contaminación del agua.

Por ello, las compañías petroleras estatales deberán mantener su dominio en el mercado durante varios años.

"Para 2030, China importará tanto crudo y gas como Estados Unidos en la actualidad", vaticinó Simas. "La demanda energética, no solo de petróleo, estará comandada por las economías emergentes, especialmente China y la India", dijo.

Las compañías petroleras del BRICS ya mantienen buenos vínculos entre sí, reconoció Simas, quien agregó que Petrobras tiene contratos con Sinopec de China. Y la cooperación seguramente se incrementará en los próximos años, pues las compañías petroleras estatales tienden a buscar aliados entre sus contrapartes en otros países.

Además, dichas firmas deberán expandir sus negocios en las décadas venideras, convirtiéndose en compañías energéticas en lugar de compañías petroleras. Ese es el caso actual de Petrobras, que invierte en biocombustibles y otras fuentes de energía alternativa.

"Estas compañías buscan la diversificación de las fuentes de energía... La tendencia a largo plazo de ellas es convertirse en compañías energéticas nacionales", concluyó Simas.