(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Los crecientes costos de los productos de consumo, la vivienda y la seguridad alimentaria fueron las máximas preocupaciones de los ciudadanos chinos en 2011, según informes publicados por la Academia de Ciencias Sociales de China (ACSCh).

Más del 70 por ciento de las familias chinas creen que los precios en ascenso del consumo fueron lo que más influyó en sus estándares de vida y ejercieron la mayor presión sobre ellos, de acuerdo con los datos del Informe sobre la Situación Social de China y el libro azul sobre la sociedad para 2012.

Entorno al 60 por ciento de los residnetes tanto urbanos como rurales afirmaron que el aumento de los precios sobrepasando los incrementos salariales es el mayor problema social del país.

El gasto medio aumentó 11,1 por ciento anual para los residentes urbanos entre 2006 y 2020, pero la tasa de crecimiento de sus ingresos anuales está cayendo año tras año, según el informe. Los gastos en ropa crecieron hasta 12,5 por ciento anual respecto de 2006, mientras que la comida aumentó un 10,5 por ciento, según los informes.

La brecha entre ricos y pobres se está ensanchando en China. Los precios en escalada tendrán poco impacto en los ricos, pero afectarán ampliamente a la mayoría de la gente, quienen son más sensibles a las subidas de precios, afirma Li Wei, director de la oficina de investigación y desarrollo de la ACSCh.

La inflación al consumidor ya fue una de las principales preocupaciones para las familias chinas en los años 2007, 2008 y 2010.

El segundo mayor tema de desasosiego es la vivienda y sus precios, con más del 54 por ciento de la gente que lo considera entre sus principales problemas. El gasto para una casa está muy lejos de las expectativas de la mayoría de las familias, y un 85 por ciento de los chinos afirma que no podría permitirse comprar una casa.

La tercera preocupación más grave es la seguridad de alimentos y medicamentos. La seguridad alimentaria lleva tiempo generando dudas en China, en especial tras el escándalo de la melamina en 2008, que acabó con la vida de al menos 6 niños y enfermó a otros 300.000.

Otras grandes preocupaciones para la ciudadanía china es la ampliación de la diferencia entre los ricos y los pobres, así como la corrupción entre los funcionarios oficiales.