(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El crecimiento de las inversiones chinas en Europa en el futuro jugará un papel importante en el impulso de la recuperación económica europea y la generación de empleo, afirmó el ministro de Desarrollo Nacional de Hungría, Tamas Fellegi.

En declaraciones a China Daily, Fellegi reconoció que la inversión del país asiático está contribuyendo a que Europa supere la crisis financiera por la que atraviesa y destacó el caso específico del Grupo Industrial Wanhua, de China, que a principios de febrero pasado desembolsó 1,2 millones de euros para hacerse con el control total del fabricante húngaro de isocianato, BorsodChem, y convertirse en la mayor inversión de una empresa china en su país. “Estamos muy felices… Espero que este sea solo el primer paso”.

Además de Wanhua, otras grandes empresas chinas están ampliando cada vez más su presencia en Europa, como CCPI, Telecomunicaciones de China y Huawei, y al igual que Hungría, muchos otros países del continente están ansiosos por atraer a las inversiones chinas.

Líderes empresariales y expertos coinciden en que el crecimiento esperado en la construcción de infraestructuras y otras industrias en los próximos años será probablemente una fuente importante de empleo.

“Ya hay 420 empresas chinas en el Reino Unido y en los próximos años este número va a crecer rápidamente”, declaró recientemente Stephen Phillips, director ejecutivo del Consejo de Negocios China-Gran Bretaña.

El verano pasado, el fabricante chino de automóviles, Changan, líder del mercado interno, estableció un centro de I + D en Nottingham, que se centra en el desarrollo de un tren de potencia y tecnologías de transmisión, así como los vehículos de energía alternativa.

“Esta es una gran noticia para la creación de empleo en el Reino Unido y se espera que la contratación aumente a 200 empleados a finales de 2013”, señaló Guy Drury, representante principal de la Confederación de la Industria Británica en China.

“El Reino Unido está considerando la adopción de la tecnología del tren de alta velocidad chino, debido a sus planes de ampliar considerablemente su red ferroviaria en los próximos 15 años”, añadió.

Centrándose en la cuestión de la creación de empleo, Rodger Baker, vicepresidente de Inteligencia Estratégica, una empresa global de inteligencia, apuntó que de esta forma se puede ayudar a reducir algunas de las fricciones que pudieran derivarse de las inversiones chinas y de las preocupaciones existentes de que las exportaciones chinas han socavado el empleo en la manufactura.

“Sin embargo, en Europa sigue siendo una preocupación subyacente no sólo que la creación de empleo de las nuevas inversiones no coincide con la pérdida de empleos debido a la competencia con productos chinos, sino también que los chinos se están sacando ventaja de la crisis de Europa”, agregó Beker.

En relación con los principales obstáculos que encuentran las empresas chinas para establecerse en la UE, los analistas consideran que si bien las regulaciones europeas favorecen a la inversión china, los mayores obstáculos están en el nacionalismo, los derechos de propiedad intelectual y las preocupaciones de seguridad nacional.

“Hay momentos en que podemos tener muy buenas sensaciones desde la perspectiva económica, pero la política los convierten en una patata caliente en el sector, la localidad o el país”, comentó Baker.

Debido a los sentimientos nacionalistas, sigue siendo bastante fácil que algunas personas se opongan a la inversión extranjera, sobre todo cuando ven esa inversión como una amenaza para un sector industrial en particular o consideran que representa riesgos potenciales para los intereses de seguridad nacional (telecomunicaciones, aeroespacial, etc.), dijo Baker.

Otro obstáculo estructural para las inversiones en la UE puede encontrarse en la diversa composición del bloque comunitario.

Algunos países se ven afectados de diferentes maneras por las inversiones chinas y es posible que presionen a otros miembros de los 27 para evitar la inversión china si la perciben como una amenaza potencial para cualquiera de sus industrias estatales líderes, amplió Baker.

Phillips, por su parte, comentó que “los retos para las empresas del Reino Unido que van a China y las empresas chinas que intentan establecerse en el Reino Unido son los mismos. Existe miedo a ir a un país diferente, donde las prácticas culturales son distintas”.