La mítica marca italiana del potro, Ferrari, ha disparado sus ventas en China a la misma velocidad que corren los bólidos que fabrica.
En el pasado 2010, la marca, que pertenece al grupo Fiat, vendió en el mercado del país asiático un total de 300 automóviles, lo que supone un incremento de las ventas en un 50 por ciento. Ferrari llegó a China hace sólo seis años y en poco tiempo se ha consolidado en el mercado chino, que se ha convertido en el quinto más importante para la marca, sumándole las ventas de Hong Kong y Taiwán.