Durante la decimosexta edición de exposición de arte de Beijing 2013, se presentaron más de 100 galerías y agencias de arte procedentes de 20 países, dando inicio desde el 13 de septiembre y concluyendo el día lunes 16.
Entre todas las bellas obras, destacan aquellas del reconocido artista argentino Víctor Montoya, quien llegó a la ciudad para presentar su más reciente colección: “La danza del universo y los colores del arcoiris”, totalmente creada e inspirada en China.
Víctor Montoya y su familia llegaron desde la provincia de Jujuy (Argentina) lugar donde normalmente residen. Su técnica y dominio exquisito de los colores lo han vuelto un personaje famoso más allá de las fronteras de su país. Su prestigio ha llegado hasta China, lugar en donde encontró la inspiración para crear obras de tamaños y colores sin igual que reflejan los colores vibrantes de la vida diaria y ciudades chinas.
Tanto obras chinas como extranjeras fueron presentadas para el público.
A continuación una entrevista y muestra de la más reciente colección del artista Montoya.
1. ¿Cómo los ha inspirado China durante esta colección?
Particularmente en esta última serie, si nos ha inspirado mucho China, porque toda nuestra obra ha sido hecha mientras vivimos aquí, desde principios de año. Toda esta obra la he hecho en mi taller nuevo en China y he podido profundizar más lo que en otros viajes anteriores he recibido de este país, que es el impacto fuerte de color. Si bien en la región de Latinoamérica donde nosotros vivimos, en la cordillera de los Andes, la gente tiene actitudes muy similares a las de los chinos, desde la fisonomía hasta el color de la vestimenta y la predilección por el color y la comida, culturalmente es una cosa bastante paralela; eso he observado en nuestros últimos viajes a China y ahora, en esta serie, he podido trabajar el color con mayor intensidad, inspirado en el colorido que China tiene, pues cualquier ciudad contemporánea china a la noche es un espectáculo de luz y color, donde pueden conjugar la plenitud de los colores que integran el arcoiris。 Esta serie nueva se llama “La danza del universo y los colores del arcoiris”; y la danza del universo es una metáfora para decir que todo el universo está en constante movimiento, toda la materia que compone nuestro cuerpo, los latidos de nuestro corazon, los días, las noches, las estaciones... es un permanente cambio y un movimiento constante de la materia que compone el universo, los colores del arcoiris. Justamente vemos en China la plenitud de la paleta de colores.
2. ¿Cuál de las obras de esta colección refleja China con más fuerza?
En esta última, de cuatro cuerpos, hay una vibración excesiva de color. He utilizado el color, que quiere decir que no hay grises cromáticos, o sea ningún semitono; todos son colores puros y saturados en relación mutua, para que adquiera mayor vibración el color por que color que tiene más próximo.
Esta se llama “Cerca del Sol” por la intensa luminosidad de color que tiene, creo que es uno de los más fuertes de color. También está “La danza del universo: la noche” que tiene un hermano, muy parecido, llamado “La danza del universo: el día” pero de colores más cálidos.
Creo que son los más cercanos al espíritu chino.
3. ¿Qué se llevarán a nivel personal o profesional de China para la posteridad?
A mí, en lo profesional, en la pintura, me llevó a esta armonía de color, la búsqueda y el desafío de armonizar el color con intensa luminosidad. Eso es un patrimonio chino y pienso haberme aproximado con mi obra a esa sensibilidad.
Otra cosa, también muy interesante, es que en este tiempo he trabajado casi todo el tiempo, sin descanso absolutamente; con una producción muy rápida, mucho mayor a la que venía haciendo en años anteriores. Todos los días trabajo y he encontrado una rutina muy armoniosa en eso de la continuidad de trabajo; creo que esas son dos cosas que me llevo de China bien marcadas.