(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Hao Shuping ha sido testigo de las vicisitudes del bordado de Sichuan durante los últimos 50 años. Todavía recuerda que a finales de 1980, cuando el entonces primer ministro de Singapur, Lee Kuan Yew, visitó esa provincia del suroeste de China, se le regaló una obra de cinco peces.

Un año después ella terminó de estampar sobre un biombo el bordado “Hibiscus mutabilis y carpas”, que sería colocado en el Gran Salón del Pueblo, junto a su maestro.

Según Hao, el bordado de Sichuan, originario de la provincia china homónima, tiene una historia de más de 2.000 años y en la dianastía Xihan fue nombrado “Joya de Sichuan”. Su quintaesencia es la forma de bordar y se caracteriza por su rigor y orden.

“Requiere de gran habilidad y tiene más que 100 tipos repartidos en 12 clases diferentes. Exige también mucha paciencia y voluntad”.

Sin embargo, dificultades por las que atravesó la provincia en 2005 obligaron a cerrar la fábrica en la que trabajó Hao y muchos técnicos abandonaron la práctica de este arte. “Ya tengo todos los honores que puedo conseguir y ahora lo más importante para mí es buscar y enseñar las técnicas de este tipo de bordado a las nuevas generaciones. Dieciocho de mis alumnos pertenecen a la generación que nació después de 1990. En las manos de ellos está el futuro del bordado de Sichuan”, señaló esperanzada.

Tocando su obra y con una sonrisa emocionada, Hao confesó que seguirá bordando hasta que su cuerpo se lo permita.