Los ladrones saquearon la tumba de un príncipe chino hace cerca de 2.000 años, pero dejaron a los arqueólogos modernos un fascinante enigma por resolver, cuyos hallazgos se exhiben a partir del sábdo en un museo británico.
El príncipe Liu Yingke de la Dinastía Han (206 a.n.e-220 d.n.e.) fue sepultado vestido con una túnica hecha de más de 4.000 piezas de jade que estaban cosidas con hilos de oro. Los británicos tendrán la oportunidad extraordinaria de apreciarla, al igual que una segunda túnica mortuoria de jade china y otras 180 reliquias que datan de la Dinastía Han. Las reliquias serán exhibidas en el Museo Fitzwilliam en Cambridge del 5 de mayo al 11 de noviembre.
Los objetos de la exposición ayudarán a comprender las antiguas costumbres de sepultura de China. Los chinos de la etnia Han creen que el jade puede impedir que el cuerpo se descomponga.
La tumba fue saqueada poco después de que el cuerpo fuera enterrado. Los ladrones sacaron el hilo de oro, pero dejaron las tabletas de jade, una piedra tan valioso que sólo podía ser propiedad de la realeza. Quizás los ladrones temieron ser castigados con la pena de muerte si eran capturados con el jade, por eso lo dejaron.
Las tabletas de jade dispersas en la tumba tuvieron que ser reunidas por los arqueólogos que descubrieron en 1995 el mausoleo del príncipe en el Monte Shizishan de la ciudad de Xuzhou de la provincia de Jiangsu, este de China.
Fue hasta el 2003 que se resolvió el intrincado rompecabezas. A seis expertos les llevó 20 meses reconstruir la túnica de jade, con 4.248 tabletas de jade e hilos de oro con un peso de 1.576 gramos.
Luego de 2.000 años bajo tierra, las tabletas de jade quebraron hechas pedazos, los arqueólogos recuperaron 7.000 trozos.
El esqueleto del príncipe ofreció una base científica para la reconstrucción de la túnica. Los expertos dedujeron que tenía una estatura de 1,73 metros y también calcularon la talla de los pies y el ancho de sus hombros.
También restauraron el ataúd del príncipe, cuyo exterior tiene incrustadas 2.095 tabletas de jade. Más de 1.700 clavos de oro usados para decorar el ataúd también fueron robados, pero desafortunadamente el costo impidió que fueran sustituidos.
Para transportar a Reino Unido el antiguo ataúd, de 2,8 metros de largo, 1,1 metros de ancho y 1,08 metros de alto, se utilizó un avión de carga.
Liu Yingke era sobrino del emperador Liu Bang, fundador de la Dinastía Han. Como no se ha descubierto ninguna tumba de un emperador Han, el sitio de sepultura del príncipe representa el mausoleo de más alto nivel de la Dinastía Han desenterrado hasta ahora.
"Esta túnica mortuoria de jade cosida con fino hilo de oro es la más antigua y más exquisita de su tipo hallada en China. En más de 70 sitios en todo el país se han descubierto reliquias de trajes de jade, pero la mayoría tiene unas 2.000 tabletas de jade, muchas menos que ésta", dijo Li.
Esas túnicas mortuorias de jade se clasifican en cuatro tipos, a partir del material del que está hecho el hilo: oro, plata, cobre o seda. El segundo traje de jade que será exhibido como parte de la exposición en el Museo Fitzwilliam, después de ser recuperado de un sitio en Guangzhou, tiene hilos de seda.
Los historiadores desconocían la existencia de trajes de jade cosidos con hilos de seda hasta que los arqueólogos descubrieron la tumba del rey de Nanyue en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong, en 1983. Nanyue (204 -111 a.n.e.) era un reino que existió en el periodo temprano de la Dinastía Han, que abarcaba el territorio de lo que hoy son Guangdong, Guangxi y Yunnan en el sur de China y la parte norte de Vietnam.
Los expertos requirieron tres años para restaurar el traje, integrado por 2.291 piezas de jade. Todas las piezas son originales, porque la tumba nunca fue saqueada.
A partir del sello de oro hallado en el mausoleo y que también será exhibido en Cambridge, los arqueólogos determinaron que el residente era Zhao Mo, nieto de Zhao Tuo, fundador del Reino Nanyue.
Se cree que Zhao Tuo vivió hasta los 112 años, pero Zhao Mo no fue tan afortunado porque falleció a los 43 años. Muchas reliquias en su tumba son evidencia de su mala salud. En una caja cerca del cuerpo del rey, los arqueólogos hallaron un pequeño recipiente de plata que contenía más de una decena de pastillas.