(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - El arquitecto chino Wang Shu, de 48 años de edad, ha sido galardonado hoy con el premio Pritzker, el más prestigioso galardón de la arquitectura mundial, por una obra de la que el jurado del premio ha destacado su carácter “artesanal” y su respeto por el medio ambiente.
En un país donde la arquitectura ha venido siendo dominada por los ostentosos rascacielos acristalados, Wang Shu es representante de una línea de la arquitectura china más callada, que combina la milenaria tradición de la arquitectura del país con las nuevas necesidades.
Wang Shu nació en la capital xinjianesa, Urumchi, y ha desarrollado toda su obra en China, especialmente en la región de Hangzhou, provincia de Zhejiang, donde destacan obras como el Museo Histórico de Wenzhou, la biblioteca de Wenzheng, en Suzhou, o la casa Jinhua, realizada con ladrillos cerámicos, uno de los materiales de construcción más empleados tradicionalmente en China. Hasta ahora, su única obra en el extranjero fue el pabellón chino en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2006.
El uso de los materiales tradicionales –el mencionado ladrillo cerámico, la madera, la teja-, unido a paredes blancas, dotan a sus edificios de un carácter netamente propio de la arquitectura china del sur del Yangtsé. Frente al maximalismo imperante en la mayor parte de la arquitectura en su país, Wang Shu busca una mayor intimidad y proximidad con el entorno de la obra y la naturaleza. Muchos de sus edificios están construidos en entornos naturales, con proporciones cercanas y armoniosas, de ahí el carácter “artesanal” y lírico que ha destacado el jurado del Pritzker.
El galardón, dotado con 100.000 dólares, será además entregado en Pekín por primera vez en su historia.
Wang Shu afirmó, tras conocer que había sido premiado, que el reconocimiento fue “una sorpresa (...) Me ha hecho darme cuenta de todas las cosas que he hecho en los últimos 10 años”, dijo.