Se cree que el Señor Conejo apareció por primera vez a finales de la dinastía Ming. De acuerdo con los restos históricos, por aquel entonces en Beijing eran comunes las figuras de arcilla con motivos de conejo. Durante la dinastía Qing, el Señor Conejo era usado como ídolo religioso y también como juguete infantil. En manos de los artesanos de hoy en día el Señor Conejo puede tomar todo tipo de formas y diseños.
Son muchas las leyendas alrededor del origen de estas figuras. Según la versión más extendida el Señor Conejo era un fabricante de elixires que fue mandado a Beijing por la diosa de la luna Chang’e con el objetivo de salvar a los habitantes de la capital de una devastadora plaga. Una vez en Beijing el conejo se transformó en un joven y visitó todos los hogares de la ciudad para entregar medicinas. La gente mostró su gratitud hacia la muchacha con un sinfín de regalos, pero ella solo aceptaba los regalos que eran ropa. Se dice que fue vista por las calles de Beijing vistiendo todo tipo de indumentarias, tanto masculinas como femeninas. Cuando la plaga desapareció ella regresó a la luna y desde entonces, para conmemorar la ocasión, los pekineses empezaron a fabricar y adorar figuras de arcilla con motivos de conejo cada Festival de Medio Otoño.