Desde la antigüedad, la Luna ha despertado una gran curiosidad entre los chinos. El emperador adora al Sol en el verano y a la Luna en el otoño, para tener una cosecha abundante y preservar el poder.
Sus fases regulares convierten a la Luna en un reloj muy práctico y los periodos de sus de crecimiento y decrecimiento constituyen las bases de muchos de los calendarios del pasado.
En China, el calendario lunar o nongli (calendario agrícola) funciona como un importante recordatorio en la agricultura tradicional, lo cual se aprecia cada vez que comienza o termina alguna de las cuatro estaciones, cuando se deben plantar e irrigar las semillas y tener en cuenta otras importantes cuestiones del campo.
En la actualidad este calendario es un crucial elemento de la cultura popular china, también usado para determinar los días de las fiestas tradicionales, como el Año Nuevo Chino, el Festival Duanwu y la Fiesta del Medio Otoño.
Además, el calendario es empleado todavía en los hogares chinos más tradicionalistas en todo el mundo para determinar las “fechas auspiciosas” y eventos importantes como las bodas, funerales y contratos de negocio.