El interés público en la cocina medicinal ha fomentado la expansión de los restaurantes que ofrecen comidas que aportan beneficios para la salud, pero normalmente estos no son manejados por experimentados maestros de cocina.
Un tazón caliente de sopa de cordero con jengibre y angélica china es una receta clásica local para quienes sienten frío y cansancio en otoño e invierno.
La angélica china es una hierba muy usada en la medicina tradicional. Su capacidad de calentamiento se emplea para estimular la circulación sanguínea, mientras que el jengibre alivia la frialdad, hace entrar en calor el interior del cuerpo y promueve la transpiración. La carne de cordero, por su parte, es caliente, propiedad que permite reponer energía a las personas débiles.
Esta receta fue elaborada por primera vez por Zhang Zhongjing, uno de los más famosos doctores en medicina tradicional en el Oriente durante la dinastía Han (25 a.e.c. – 220 e.c.).
Alrededor de 1.800 años más tarde, esta sopa es aún recomendada durante el invierno a las personas con una constitución débil, especialmente a los ancianos y mujeres recién paridas.
“La gente ha mantenido una fuerte tendencia a resolver los problemas de salud con la comida saludable”, afirmó Sha Fengtong, subdirector de la Asociación China de Protección de la Salud Alimenticia (ACPSA). “Pero con ello han aparecido más problemas”.