La escultura en calabaza es un tipo de artesanía tradicional muy conocido. Los artesanos utilizan agujas para dibujar personas, paisajes, flores y otros motivos en calabazas especialmente cultivadas para ello, acompañadas por poemas o caligrafía. La artesanía es delicada, exquisita e impresionante. Con sus características étnicas, es apreciada por muchos entendidos tanto locales como extranjeros.
Orígenes
La escultura en calabaza de Lanzhou surgió de su carácter práctico. La ciudad de Lanzhou atraía a muchos mercaderes al ser el punto más importante de la Ruta de la Seda. Mercaderes de la tribu Hu guardaban agua en grandes calabazas esculpidas con caracteres gigantes y otros diseños y los mercaderes del interior de China transportaban las calabazas a países extranjeros. En aquél momento, las técnicas escultóricas en calabaza eran bastante rudimentarias. Los vendedores de medicinas colgaban enormes calabazas con el caracter chino “药(yao)”, que significa ‘medicina’, en las puertas de sus tiendas. Durante la Dinastía Tang, la técnica escultórica de las calabazas se desarrolló de una forma más exquisita, convirtiendo las calabazas en obras de arte.
La escultura de calabazas es un arte especial, no sólo porque posee una larga historia en la ciudad de Lanzhou, sino también porque la gente que aprende a esculpirlas posee un cuantioso entrenamiento artístico. Un maestro escultor debe poseer una técnica escultórica exquisita y conocimientos de la cultura clásica china, poemas, libros antiguos y archivos, caligrafía y dibujo. Por tanto, los motivos para la escultura de calabazas son abundantes: poemas Tang, poesía Song, Budismo, escritos clásicos famosos, plantaciones varias, flores, pájaros, peces, insectos, paisajes naturales, etc. Los abundantes conocimientos del escultor hacen que cada pieza sea única, precisa y exquisita.
Hoy en día existen muchos escultores de calabaza en Lanzhou. Incluso las calabazas que se encuentran entre los artículos de un vendedor ambulante son esmeradas.