Por Xu Wei

Los estudiantes que cursan estudios no manuales aprenden varios tipos de arte y artesanía en los talleres y estudios en el pueblo de Jing'an, en Shanghai.

El pueblo de Jing'an se ha renovado y acoge hoy en día atractivas galerías y rincones donde se ofrecen cursos de confección de flores de papel, de diseño de joyas o de la cultura del té. Muchos de ellos son organizados por colegios e institutos de la ciudad, y mientras algunos se imparten en uno o dos días, otros duran por el contrario varios meses.

Wu Di, una joven que trabaja para una organización de arte, está cansada de salir de fiesta, de las cenas y el karaoke. Ahora prefiere pasatiempos más tranquilos, como hacer flores artificiales y pintar camisetas, comenta que “Relajan y son perfectos para los trabajadores jóvenes de oficina que necesitan un tiempo de descanso".

Wu acude a la joyería DIY, y al taller de confección manual de accesorios de la diseñadora de joyas japonesa Hiroko Ibuki, en el café-galería Plum, situado en un antiguo shikumen de la calle Nanjing West. Los talleres, que tienen lugar los jueves y domingos, son bastante populares, por lo que requieren de inscripción previa.

En los shikumen, las calles-barrio tradicionales de Shanghai a las que se accede por una puerta de piedra, y sus callejones laterales o longtang, tienen lugar también conciertos ocasionales y proyecciones de películas independientes como parte de la actividad cultural de la ciudad.

Con motivo de la Exposición Universal de 2010, la zona ha sido además restaurada, y ahora cuenta con servicios modernos, fachadas de falso ladrillo, callejones de asfalto para reemplazar pavimentos empedrados y medallones decorativos. Con ello, también se pretende atraer a los turistas de Expo que deseen visitar los tradicionales longtang.

La pequeña y tentadora galería es parte de la renovada villa de Jing'an, donde hay muchos otros talleres: pintura al óleo, artesanía y arte popular, catas de vino, cultura del té, cocina, gemología y diseño de joyas, por ejemplo. En ellos, los estudiantes pueden aprender también a hacer cometas, molinillos de viento y zapatos de paño tradicionales, mientras el vecino café Hypo es un lugar de encuentro para fotógrafos amateur.