La nación china ama las flores y la flor de loto es una de las 10 especies más famosas del país, las más favorecida durante cientos de años. Crece en las zonas pantanosas y se eleva sobre la superficie para florecer con una sorprendente belleza, es enorme, de un color intenso, acentuada fragancia y sumamente adaptable. Por las noches se cierra y se sumerge bajo el agua, y al amanecer emerge nuevamente y vuelve a abrirse. Impoluto, el loto simboliza la pureza del corazón y la mente y representa una larga vida, la humildad, el honor y la paz.
Loto blanco
El pueblo chino siente un cariño entrañable por las flores de loto. Durante siglos los intelectuales las han elogiado, les han cantado loas y las han pintado; han sido el tema central de poemas y pinturas de gran valor artístico; es la esencia de danzas llenas de gracia y un patrón y diseño común en varias decoraciones arquitectónicas, esculturas y objetos de la vida diaria. La adoración del loto ha dado origen a la exclusiva “Cultura del Loto”, de larga data en China.
Pinturas famosas de generaciones pasadas
Loto emergiendo del agua, por Wu Bing, dinastía Song (960-1279)
Expuesta en el Museo de Palacio de Beijing, es una de las más reconocidas y antiguas pinturas de loto que se conservan en la institución. Sobre un fondo blanco, aparecen los pétalos, meticulosamente delineados, en tinta roja; las hojas verdes son sólidamente coloreadas, sus vetas son claramente visibles y algunas de ellas ondulan, en plena armonía con el color de la flor y conforman un cuadro de una textura muy rica. La fascinante obra, aparentemente real, muestra la apreciación por el surgimiento de la vida y ofrece una visión del elevado nivel artístico alcanzado por los pintores de flores y pájaros de la dinastía Song.