En la antigüedad y a causa de la poca practicidad de los medios de transporte (terrestre o marítimo en aquel entonces), y del incremento del comercio entre regiones, aparecieron agencias de escoltas para cerciorarse de la seguridad el viaje y la entrega salva de mercancías.

Dichas agencias de escoltas tenían conexiones entre ellas en diferentes lugares y algunas incluso tenían sus propias sucursales en otros emplazamientos, lo cual permitía los envíos. A finales de la dinastía Ming (1368-1644) y principios de la Qing (1636-1911), las agencias de escoltas estaban a cargo de los envíos de los sueldos de los mercenarios por parte del gobierno. Más adelante también se encargaban de proteger las casas particulares y las empresas de envío de dinero. Se dice que incluso la casa de Li Hongzhang estaba protegida por la agencia de escoltas más famosa de Beijing, la agencia de escoltas Huiyou. A mediados de la dinastía Qing, dichas agencias de escoltas empezaron a proteger plata para empresas de transferencias de dinero. Y a finales de la dinastía Qing, con la caída del negocio de las agencias, cambiaron sus servicios principales. Empezaron a escoltar también ropa, bienes personales y accesorios de alto valor para las gentes ricas y poderosas, así como también se encargaban de proteger su seguridad personal. Así, otros tres servicios de escolta empezaron a usarse desde aquél momento: comida, bienes y personas.

Una agencia de escoltas pertenece a un sector especial. En las novelas de Kung-fu se decía que estaban formadas por personas que pertenecían a ciertos grupos de Kung-fu. Aunque en realidad el personal de dichas agencias estaba formado por héroes locales que vivían en la selva y agencias gubernamentales. Antes de establecer una agencia era obligado hacer regalos tanto a funcionarios del gobierno como a otros dirigentes. Estas personas eran invitadas a la ceremonia de apertura, llamada Liangbiao. El apoyo recibido en dicha ceremonia de apertura abriría las puertas al negocio. El sistema entero podía venirse abajo si surgía algún problema en la ceremonia. Una buena “Liangbiao” aseguraba a la agencia entrar con pie firme en el negocio. Sin embargo, si la agencia sobresalía o no entre el resto dependía de cómo se desarrollaba su primer encargo.