Las almohadas son necesarias para la vida diaria de las personas. Un estudio llevado a cabo por un profesor de la Universidad de Manchester muestra que el promedio que las personas de perfil normal pasan junto a la almohada es de al menos 23 años de su vida, mientras que cualquier paciente postrado en una cama es susceptible de pasar muchos más años junto a su almohada.

Las almohadas eran parte integral de los dormitorios de la antigua China. Sin embargo, a pesar de sus orígenes populares, hoy en día forman parte de la práctica totalidad de hogares chinos. Las primeras almohadas no fueron diseñadas como objetos artísticos, sino como utensilios para el descanso y comodidad.

Las antiguas almohadas chinas estaban hechas de piedras naturales. Más adelante se empezaron a usar otros materiales como la madera, el jade, el bronce, el bambú, la porcelana, etc. Una detallada explicación sobre estos materiales únicos podría ayudar a la mejor comprensión del lector sobre la evolución de las almohadas en China.

Almohadas de piedra

Se cree que el cuerpo humano es capaz de absorber las partículas de micro cristales, que ayudan al cuerpo a desprenderse del dolor y otras enfermedades. A su vez, la piedra también está infundida de frecuencias ultrasónicas y radiación por infrarrojos, que ayudan a la buena circulación sanguínea y potencian el sosiego.

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